El fin de semana del 12 al 15 de agosto celebramos en Palmira Valle del Cauca, tras dos años de ausencia, sus ferias y fiestas y claro que había mucho por celebrar, por cuanto la ciudad al igual que al país, vivió una pandemia que no estaba en el panorama ni siquiera del más fatalista. La mayoría de Palmiranos no imaginamos las implicaciones económicas, como cierre de empresas, y mucho menos las que en materia de salud traería, morbilidad y mortalidad, cuando se declaró en marzo del 2020.
Si bien Palmira cuenta con la única feria nacional instituida por legislación, no obstante, el municipio celebra aferrándose al pasado
Desde 1940 por medio de la Ley 51, Palmira cuenta con la única feria nacional instituida por legislación, no obstante, el municipio celebra aferrándose al pasado, habida cuenta de la pérdida paulatina de soberanía y seguridad alimentaria, reflejada en eventos que ahora hacen parte de una programación orientada a la recreación popular, pero no a la exaltación de un pueblo con vocación de importancia para el sector agropecuario. Lejos han quedado los tiempos de inspiración para Santiago Velasco quien plasmara en el himno de Palmira: “De tu empuje dinámico y fiero, En los surcos hundiendo el acero, Para Hacer de tu entraña un granero, Providente ciudad del futuro”, o los tiempos en los que “la exposición agrícola, pecuaria e industrial constituyó un espectáculo nacional”, cuando “el desfile de maquinaria agrícola (…) fue verdaderamente apoteósico”[1], hechos que sumados al desarrollo especializado técnico y científico de la producción agropecuaria del municipio y de la región, en el marco de la Fiesta Nacional consolidaron a Palmira como la “Capital Agrícola de Colombia”, trayendo consigo instituciones como el ICA, la hoy sede Palmira de la Universidad Nacional de Colombia o el CIAT, entre otros. Esta es una realidad que de a poco se ha esfumado por cuenta de la falta de un verdadero interés nacional en desarrollar su aparato productivo, y condenado con la imposición del libre comercio materializado en la apertura de los 90s y los TLC de los 2000s.
Las tres décadas de libre comercio han menguado el aparato productivo agropecuario del país, pero, ¿Qué tanto o cómo influyó el comercio exterior? La respuesta es que tuvo un enorme peso, y es que mientras para 1991, antes de la apertura económica, Palmira exportaba casi el doble de lo que importaba, para el 2020 Palmira importó 3.5 veces lo que exportó [2],en otras palabras, la balanza comercial se invirtió y se agravó. Esta realidad en buena medida explica, el auge del sector azucarero, que ha servido como refugio para muchos productores, que vieron como poco a poco los renglones productivos que los apalancaron se convirtieron en inviables o poco rentables.
Hoy el país importa la tercera parte de sus alimentos, principalmente la dieta básica [3]. Del paisaje palmirano desaparecieron los cultivos de algodón, pese a que, en 1926, informes situaban al Valle y a Palmira como la tierra más apta para su desarrollo, como lo mencionó Álvaro Raffo Rivera [4]. Sin embargo quizá, lo más sorprendente es que mientras para 1989 Palmira llego a producir casi 4500 toneladas de maíz [4], estas se redujeron a poco más de 2300 para el 2020, al tiempo que el municipio alcanzó la deshonrosa cifra de casi 163 mil dólares en importaciones de maíz, en otras palabras, por poco alcanzado el total de exportaciones del municipio para el mismo año, 167 mil dólares, y ni que decir de los 118 mil dólares en importaciones de “Los demás trigos»”, como consta en el Anuario Estadístico de la Cámara de Comercio de Palmira [5]
Colombia, y por supuesto Palmira, esperan un gobierno que rompa con el dogma neoliberal, de entregar la producción al mercado externo, y que defienda y promueva su soberanía y seguridad alimentaria, para lo cual es indispensable la renegociación de los TLC, al igual que la decisión política de fortalecer el mercado interno, con incentivos a nuestros productores. La época de fiesta nos ha dejado una gran reflexión sobre el futuro de la Villa de las Palmas, donde su tejido social y empresarial debe cuestionarse sobre la conveniencia de permanecer en la senda del sector servicios como gestor del desarrollo, o virar a los sectores agropecuario e industrial, que la consolidaron epicentro de la Fiesta Nacional de la Agricultura.
Camilo Ernesto Perdomo Avila
Ingeniero Ambiental
Fiscal Junta Directiva SINTRAUNICOL
Subdirectiva Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira
[1] Botero A, F; (2021). Actitud Tomo I. Algo de historia de Palmira. Litomara [2] Cálculos propios con base en Incidencia de la apertura económica en al estructura de Palmira 1985-1994, y Anuario Estadístico de Palmira 2021. [3] Colombia importa el 30% de los alimentos que consume. El Espectador. Marzo de 2021. Disponible en: https://www.elespectador.com/ambiente/colombia-importa-el-30-de-los-alimentos-que-consume-article/ [4] Raffo R, A; (1992). De Llanogrande a Palmira. [5] Anuario Estadístico de Palmira 2021. Cámara de Comercio de Palmira.
