La ciudad de Barranquilla ha sido el epicentro cultural y comercial de la región Caribe durante décadas. Su historia, rica en tradiciones y colores cautivadores, se manifiesta a través de la amalgama de costumbres africanas, indígenas y europeas que convergen de manera armoniosa en la celebración del Carnaval de Barranquilla.
Declarado desde hace 20 años como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, esta fusión cultural singular no solo enriquece la identidad de la ciudad, sino que también crea una experiencia inigualable que captura la atención y el corazón de todos los participantes en esta festividad que inicia con las polleras el 31 de enero y le da paso a los Carnavales que comienzan desde el 10 de febrero, con la Batalla de Flores, hasta el martes 13 de febrero.
Así mismo, desde enero el emblemático pre-carnaval se toma no sólo las principales calles de la ciudad sino reconocidos espacios como el rooftoop del Movich Buró 51, que tiene preparada la tradicional Fiesta de Polleras, un evento que busca encapsular la esencia misma del Carnaval, en 2024 estará acompañada por la danza del Garabato, para disfrutar aún más de la cultura Barranquillera en todo su esplendor.
La sociedad barranquillera y turistas de todo el mundo podrán experimentar la magia del Carnaval de Barranquilla vistiendo las hermosas polleras que adornan los trajes de las mujeres, así como el emblemático sombrero vueltiao que distingue a los hombres en esta festividad que inicia desde las siete de la noche. Además, podrán disfrutar de un verdadero ambiente de carnaval de la mano de la Reina del Carnaval, Melissa Cure Villa así como de comparsas, música y baile.
“En ésta fiesta de Polleras, que se realizará el 31 de enero, se reunirán los elementos más representativos del Carnaval de Barranquilla, promete ser una celebración auténticamente carnavalesca, donde la tradición y la modernidad se encuentran para rendir homenaje al esplendor del Carnaval de Barranquilla. Un tributo a la cultura, la historia y la identidad que convierten a esta festividad en una de las más reconocidas en el mundo”, asegura Laura Quintana, vicepresidente comercial de Movich Hotels.
La atmósfera estará impregnada de los ritmos irresistibles de los tambores, la guacharaca, y la flauta de millo, elementos esenciales que acompañan a la Cumbia, enriqueciendo la experiencia musical durante la noche. Además, podrán degustar un delicioso plato de consomé, que destaca la riqueza gastronómica de la región Caribe.
Así mismo Movich Buró 51, en línea con su compromiso hacia la responsabilidad social empresarial y su conexión con la comunidad barranquillera, destinará una parte de los fondos recaudados a una causa significativa: el colegio Sister Johanna de la Fundación EWO. Esta iniciativa no solo enriquece la experiencia festiva, sino que también contribuye de manera tangible al bienestar y desarrollo de la comunidad local, reafirmando el compromiso de Movich Hotels con el impacto social positivo.