Muere Fidel, de viejo, a los noventa años y en su cama, nadie menos que la piedra en el zapato de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, y aunque no comparta su ideología, valoro su afán por la autodeterminación de los pueblos, a pesar de haberse entregado a los soviéticos para poder mantenerse firme frente a los americanos.
Fidel estuvo en Bogotá en 9 de abril de 1948, el día en que la historia de Colombia se partió en dos: antes y después del magnicidio de Gaitán. ¿Qué diablos hacía en Bogotá cuando era un desconocido joven de 22 años?
Superficialmente se puede decir que hay dos teorías, la primera, la oficial es que se encontraba, entre un grupo de estudiantes de varios países vecinos, que organizaron un congreso para hacer denuncias en contra del imperialismo yanqui, aprovechando que la ciudad estaría en el foco de la atención internacional. Venían a protestar por la devolución del Canal de Panamá, la independencia de Puerto Rico y en contra de la dictadura de Trujillo en República Dominicana.
Pero hay quienes dicen que algo tuvo que ver con el magnicidio de Gaitán, sostienen que Fidel fue un agente encubierto de la CIA, y que por eso logró sobrevivir a más de seiscientos atentados, de los cuales, la mayoría parecen chistes ridículos.
Lo cierto es que el mismo reconoció en varias entrevistas, que haber estado ese día en Bogotá fue la mejor lección para entender lo que debía hacer para llegar al poder.
Haber estado el 9 de abril en Bogotá
fue la mejor lección para entender
lo que debía hacer para llegar al poder
Lo primero y que narró varias veces, fue que para ganar el poder tenían que estar armados y esa fue la razón del fallido asalto al Cuartel Moncada, el que aspiraban a convertir en fortaleza desde donde dirigir la revolución para derrocar a Batista y apoderarse del poder.
Lo segundo fue que el desorden que reinaba ese día, le hizo ver, que si bien había que ganarse al pueblo, había que organizarlo.
Pienso que lo que debió impresionar más a Fidel fue su entrevista con Gaitán el 7 de abril, cuando recibió de sus manos la “Oración por la Paz” que este había pronunciado dos meses antes. Casi puedo ver a Fidel escuchando absorto a Gaitán contando la historia de cuando condujo a sus huestes, una gigantesca multitud silenciosa hasta la Plaza de Bolívar, portando banderas negras, una muchedumbre enardecida y enlutada por sus líderes que venían siendo asesinados de manera sistemática desde hacía varios años; lo que las corrientes alternativas de nuestra historia conocen como el Genocidio Gaitanista, para desmantelar el movimiento del caudillo, parecido al Genocidio de la UP.
Pues Fidel se debió nutrir de esta experiencia, porque su obsesión fue la organización del pueblo, de allí los Comités de Defensa de la Revolución, conocidos como CDR, que funciona uno en cada cuadra del país. Debió quedar muy impresionado y convencido, dos días antes del magnicidio, que Colombia estaba lista para la revolución.
Es que lo ocurrido el 7 de febrero de 1948, es el evento más impresionante de nuestra historia, porque si bien es muy difícil conducir una multitud, es casi imposible, es más, diría que es obra de genios y de líderes demasiado grandes, conducirla enardecida, adolorida y adicionalmente silencio. El episodio de “La Oración por la Paz” de Gaitán, es desconocido por la gente, es por este que su hija Gloria, dice que es el padre de la neurociencia, disciplina que ella estudia a fondo. Es que la impresionante y gigantesca personalidad de Gaitán, ha sido decididamente ocultada por la historia oficial. Este solo episodio lo consagra mundialmente.
Sobre la vida y obra de Gaitán se pasa bastante por encima, muy superficialmente, porque no es la historia oficial que nos han contado, recuerden que la historia la escriben los vencedores, los perdedores solo tienen cabida para lo malo, pero es indudable que Fidel aprendió la lección de Gaitán.