Federico Gutiérrez sigue siendo el mismo de siempre. Dispara frases como una ametralladora. Es un buen perdedor, con fair play como dicen los deportistas. El mismo día de su inesperada derrota frente a Rodolfo Hernández en la primera vuelta, sin pensarlo dos veces adhirió a éste.
No participó en la campaña para no profundizar la polarización y desde entonces regresó a la bicicleta, la familia y los amigos. Retomó negocios personales. Hoy, después de dos meses del triunfo de Gustavo Petro, Gutiérrez se lanza al ruedo. Empezó por opinar de las movidas presidenciales en estos primeros quince días de un gobierno que empieza a moverse rápido. Así ve Federico Gutiérrez las cosas: