En 2012 la Contralora Sandra Morelli tomó la decisión de llevarse la sede de su institución a las oficinas del centro comercial Gran Estación de Bogotá. Aprovecho el trasteo y la estrenada de sede para organizar un mosaico con las fotos de los ex contralores, una tradición muy común en todas las instituciones. Pero la tenía clara: no estarían todos.
Morelli impuso una especie de veto moral y dejo por fuera a cinco antecesores suyos que habían terminado en la cárcel. Los nombres saltaban a la vista: Aníbal Martínez, Rodolfo González García, Julio Enrique Escallón Ordoñez, Manuel Francisco Becerra y David Turbay. El destino común de todos ellos había sido inhabilidad y condena por actuaciones calificadas como delictivas por la justicia. Becerra y David Turbay por el Proceso 8000, mientras otros tres por distintos actos relacionados con corrupción. Entre ellos estaba Aníbal Martínez Zuleta, el abuelo del Ministro del interior Daniel Palacios, quien se convirtió en la mano derecha de Iván Duque.
Martínez Zuleta era el contralor de 1975 a 2982, en los gobiernos de Julio Cesar Turbay y Alfonso López Michelsen, y fue condenado por la Corte Suprema de Justicia por haber utilizado recursos préstamos personales una cuenta abierta con fondos de la Contraloría.
El contralor Edgardo Maya, quien adquirió el edificio y lo adecuó como sede del organismo de control, sobre la Avenida Eldorado, mantuvo en vigor la decisión de su antecesora y consideró que la vida o la memoria de aquellos que utilizaron para mal sus altos cargos no merecía ser honrada ni presentada como un ejemplo para las nuevas generaciones.
De manera sorpresiva, aparecieron dos de los vetados en el último mosaico mandado a actualizar por el recién salido contralor Carlos Felipe Cordoba, quien puso su en el mismo. Aprovechó el momento para entronizar a Aníbal Martínez (contralor de 1971 a 1975) y al santandereano, Rodolfo González García (1982-1990).
Aunque se mantiene la reserva sobre la motivación del excontralor Córdoba para modificar el mosaico, no hay duda de que en Valledupar lo deben estar celebrando Daniel Palacios Martínez, nieto del ya fallecido Martínez Zuleta, quien además se fue condecorado por su amigo el Presidente Iván Duque. Todos quieren pasar a la historia, aunque sea en la foto.