La reputación de Ecopetrol, la empresa más grande en términos de activos, acaba de sufrir un duro golpe. Una comisión de policía judicial desplegada el martes 28 de marzo por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ocupó por sorpresa su sede administrativa y durante dos días revisó ordenadores y celulares de ejecutivos en busca huellas de malos manejos.
La inspección administrativa, que cobró forma de un allanamiento, se produjo en un momento coyunturalmente difícil para la compañía, que este fin de mes despedía a su presidente Felipe Bayón y celebraba una asamblea nacional de accionistas donde se tocaría un tema inevitable: el futuro de la compañía en medio de reformas impulsadas por el gobierno para acelerar el ritmo de una transición energética.
La operación fue iniciada como consecuencia de una serie de quejas presentadas por competidores de Ecopetrol, entre ellos la firma Odin Petroil S.A., relacionadas con presuntas colusiones, es decir, acuerdos sobre competencia desleal. Esas quejas, según fuentes del Gobierno, estaban acompañadas por evidencias tales como chats, correos electrónicos y otros documentos de interés para la investigación.
Cuando el equipo de la Superintendencia llegó, funcionarios de la Secretaría General pusieron en duda la legalidad del procedimiento e invocaron la naturaleza jurídica de Ecopetrol como Sociedad de Economía Mixta regida por el derecho privada. Los responsables de la inspección rebatieron el argumento con otras disposiciones que hacen susceptible la estatal petrolera a la vigilancia de la SIC.
Según funcionarios de la compañía, cuando se les pidió a los emisarios de la SIC que explicaran el motivo exacto de la diligencia, éstos aludieron a una investigación sobre un contrato de prestación de servicios mediante el cual una flotilla de helicópteros transporta a ingenieros y a personal técnico auxiliar responsables del mantenimiento del oleoducto Caño Limón-Coveñas.
María del Socorro Pimienta, Superintendente de Industria y Comercio
Con el paso de las horas se supo que en realidad había cinco líneas de investigación, una de las cuales se basaba en la hipótesis de que con la toma de otras empresas por parte de Ecopetrol se estaría armando una especie de oligopolio que estaría afectando el principio constitucional de la libre competencia.
La tensión creció al trascender que la operación lanzada de manera sorpresiva incluiría también visitas a las compañías filiales Cenit, Ocensa, Hocol y ODL. Para moderarla, la propia Superintendencia produjo un comunicado según el cual se trata de una actuación en eta preliminar. “La etapa preliminar de la actuación –dice el comunicado- está orientada a determinar si es necesario adelantar una investigación formal por la comisión de infracciones contra el régimen de protección de la competencia. Por lo tanto, en la etapa preliminar no existe una investigación y ninguna persona tiene la calidad de investigada o sancionada”.
Horas antes, por solicitud expresa del presidente saliente, Felipe Bayón, y de su sucesor, Alberto Consuegra, Ecopetrol confirmó la visita de la Superintendencia y declaró su disposición a colaborar sin reserva alguna para que pudiera llevarse a cabo sin problemas.
Aplacar la tensión era una tarea utópica porque, a primera de la mañana, el periodista Daniel Coronell dijo a través de La W radio que todos los equipos de comunicación de funcionarios del nivel directivo estaban siendo revisados y refirió que una funcionaria que, en medio del nerviosismo, borró todos los chats y llamadas recientes habría sido acusada de obstruir la investigación.
Entre los accionistas, especialmente entre aquellos que llegaban fuera de Bogotá para asistir a la Asamblea, había nerviosismo y preocupación. Algunos hicieron conjeturas que consideraban inevitables. Les parecía curioso que la toma de Ecopetrol por parte de un organismo de vigilancia coincidiera en tiempo con la llamada depuración que el gobierno de Nicolás Maduro y su fiscal general hacen en la petrolera PDVSA.
Otros comentaron que este tipo de procedimientos pueden tener impacto en los mercados de valores y desestimular de paso la inversión extranjera. Sin embargo, todos abrigan la esperanza de que la prestigiosa empresa de la iguana no pierda valor por esta causa.
Durante sus palabras de instalación de la Asamblea Bayón dijo que Ecopetrol siempre ha actuado de cara al país, con transparencia. Reconoció que la SIC “está haciendo su trabajo”. Recordó que se encontraba en Medellín, asistiendo a una reunión de ISA, cuando supo de la visita de la visita de la SIC. Entonces anticipó su regreso a Bogotá para prestar la colaboración indispensable.
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