La actitud y la actuación posterior del director de noticias de RCN Televisión, el exministro Rodrigo Pardo, frente a la lisa cáscara que le pusieron, merecen elevado reconocimiento y las más efusivas felicitaciones. Su actitud fue la de un excelente y experimentado profesional, completamente responsable, al no aprovechar la “chiva” tan especial que le regalaban, avalada por alguien tan conocido y de tan alto rango en la campaña uribista como Luis Alfonso Hoyos. Sin una verificación completa de su contenido, no la dio a la luz pública.
Pero mejor aún fue la valentía de su actuación, la de dar a conocer, a denunciar, lo que le había sucedido, cuando se dio cuenta de que quien le habían llevado como persona de alto nivel y total confianza, como que era asesor de cuerpos armados y otros organismos del Gobierno (pero presentado con un alias) era nada menos que el capturado Andrés Sepúlveda, el hacker y originador de la cadena de mensajes calumniosos y atacantes del proceso de paz, contratado por la campaña para hacer ese tipo de daños.
Qué valentía la de Rodrigo Pardo al asumir los riesgos y los perjuicios personales que su actuación le puede traer. Y qué mezquindad, qué bajeza la del “director espiritual” de la mencionada campaña uribista, y la de sus jefes hasta el más alto orientador. Qué irrespeto a Rodrigo Pardo y a la ciudadanía. ¿Que no sabían? No somos tan bobos los colombianos.