Federiquito, ome, te escribo esto porque creo que todavía estás a tiempo de salvar este platanal de las garras del mal, y como me caés tan bien te voy a dar un consejito pa’ que lo reflexionés.
Primero que todo tenés saber de qué hay que salvar a Colombia; entonces aquí te boto un par de ideítas: antes que nada tenés que salvar la patria y la democracia que está cada vez más deteriorada por las triquiñuelas autoritarias de quienes dirigen este país. Salvanos vos de estos políticos apáticos que gobiernan de espaldas a sus detractores y solo son funcionarios para aquellos que aprueban su gestión y sus ideologías.
En otras palabras, salvanos de los Duques: esos que se disfrazan de policía después de que la institución salió a matar gente impunemente y gritan “¡Ajúa!”, después de que los militares pasan por guerrillos a gente humilde de una comunidad perdida por ahí, en cualquier rincón de Colombia.
Salvanos por favor de los ivancitos lamebotas, que es que la gente ya está cansada de que las instituciones del Estado las usen solo pa’ perseguir a los que les caen mal, pa’ imponer su visión de la verdad y pa’ escudar a sus amigotes.
Y ya que hablamos eso, tenés que ayudarnos a escaparnos de los títeres y de los titiriteros, que el país ya está cansado de los Pastranas, Uribes y Gavirias soplándole al oído a los ivanes qué es lo que tienen que hacer so pena convertirse en unos Juanmanueles en caso de que no les hagan caso.
Salvanos de los clanes y de las Dilian Franciscas. Salvanos de los Chares y los Aguilares, que está bien pesado tener mafias políticas dirigiéndonos las políticas públicas y poniendo funcionarios a diestra y siniestra pa’ quedarse siempre revoloteando en el poder a pesar de estar investigados y salpicados por no sé cuántos delitos y acusaciones. Salvanos de esos núcleos de corrupción regionales.
Haceme el favor de alejarnos de estos políticos que necesitan de esas maquinarias sucias pa’ tener los votos suficientes pa’ superar los umbrales. Es que uno ya sabe que alguien que tiene una alianza con un Alex o un Arturo no puede ser una persona pulcra (y si es pulcra es porque o se pasa de tonta o se pasa de miope).
De paso salvanos también de los ñeñes que financian campañas y de los matambas que se escapan caminando de las cárceles. Salvanos de este Estado que parece atolondrado, que no se da cuenta cuando se le filtran dineros de los narcos en las campañas de sus presidentes y que se le escapan los malhechores caminando dizque de cárceles de máxima seguridad.
Esque pareciera que esas cosas pasaran a posta y con la bendición quien sabe de quién, Ave María.
Salvanos del olvido y la impunidad que queda cuando se extradita de forma exprés a un líder paramilitar antes de que dé confesiones pa proteger a quién sabe qué político o qué alto mando militar.
Ayudanos pues a saber la verdad asfixiada sobre el conflicto armado y el narcotráfico que se esconde detrás de corbatas, camisas polo y sombreros vueltiaos en los clubes sociales de las altas dirigencias de este país y en los partidos tradicionales que, justo justo, son los mismos que te apoyan.
Salvanos de otros cuatro años de protestas por el pan y el empleo, de muertos en las calles a manos del ESMAD y de jóvenes judicializados por crímenes que no cometieron. Salvanos de los Fiscales con ínfulas de Supermán y de egos estratosféricos, que no logran ocultar sus intereses políticos ni sus amistades con los poderosos.
Ayudanos ome a que los fiscales que hacen su trabajo no terminen siendo exiliados al Putumayo por no aceptar tráficos de influencias y a que la Fiscalía le ponga un fiscal de verdad a todos, incluidos a los expresidentes si es el caso.
Salvanos de los kindergardens de funcionarios sin experiencia y de las universidades de riquitos avivados, dirigidas por rectores corruptos y clientelistas, y de paso también deshacete de las altas consejerías inventadas para regalar salarios de funcionario a uno que otro amiguito del presidente de turno.
Protejenos de las procuradoras ciegas, de los registradores mudos y de los defensores invisibles, puestos en esos cargos pa’ cumplir cuotas políticas de los que siempre han dirigido este país, y que necesitan mangonear las instituciones pa’ que no los terminen persiguiendo, ni a ellos ni a los suyos.
Salvanos también, y de una vez por todas, de los discursos vacíos de seguridad y populismo punitivo que de poco o nada ha servido porque al día de hoy seguimos viviendo en un Estado dominado por los grupos armados ilegales financiados por el narcotráfico.
Mirá, desde hacía 30 años no teníamos unas elecciones tan violentas y seguro habría sido diferente la cosa si se hubiera dado cumplimiento real al proceso de paz.
Salvanos por eso de aquellos que no quieren seguir dándole cumplimento a los acuerdos, que es una de las pocas cosas buenas que nos han pasado en los últimos años. Salvanos de la politiquería que no tiene argumentos ni propuestas y solo construye discursos a partir del odio y del miedo.
Y yo sé que de pronto es difícil lo que te pido, pero salvanos de esos políticos que hacen pactos con la oficina de Envigado durante su Alcaldía pa’ garantizar seguridad en la ciudad que dirigen…
Fico ome, si querés salvarnos de todo esto y de muchos otros vejámenes de la supuesta democracia que promovés vos y tu séquito de politiqueros, te la tengo… renunciá a tu aspiración y salvá a Colombia.
