Federico Gutiérrez, la tacita de plata se le convirtió en una olla desfondada
Opinión

Federico Gutiérrez, la tacita de plata se le convirtió en una olla desfondada

Alcalde, Medellín no es una marca, ni un producto sino una ciudad donde vive gente, que está muriendo, que están atracando, y no es Popeye el que la atraca sino 350 bandas
.

Por:
diciembre 15, 2016
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

El día en que la hinchada del Atlético Nacional le hizo el homenaje al Chapecoense, Federico Gutierrez aprovechó para mostrarle al mundo lo queridos, generosos y buenos que son los paisas. Está empecinado, este autoproclamado experto en seguridad, en que bajo su mandato Medellín volverá a ser una tacita de plata. Como buen gerente que es le interesa vender el nombre de la ciudad como una marca para que turistas de todo el mundo vengan y conozcan “La ciudad de la eterna primavera” y otros placeres tropicales. El alcalde, solo en contadas ocasiones, ha reconocido que su ciudad no es el jardín del edén. Hay unos elementos que debe cauterizar. Uno de ellos es Popeye. El alcalde ha reiterado la preocupación que le causan los 16 millones de visitas que ya tiene en su cuenta de youtube, el que un matón sea una referencia para jóvenes raperos, que vengan argentinos a tomarse una foto con él, que se presente, con orgullo, como “El sicario de confianza de Pablo Escobar” y la gente, en vez de indignarse, aplauda.

En una ciudad con 350 bandas delincuenciales activas, en donde este año, según el último informe de la Personería, hubo 200 desaparecidos y 2 800 desplazados de las comunas que bordean el valle de Aburrá, una ciudad dominada en un 75 % por la ilegalidad, el alcalde no puede salir a protestar porque Popeye sale con un arma sin averiguar el contexto de la situación. En días pasados se terminaba el rodaje de Ex Sicario, la película en donde John Jairo Velásquez Vásquez se interpreta así mismo. Al verlo disparar la Beretta de fogueo Gutiérrez, con su acento de muchacho de comuna claramente impostado, salió a decir que le iba a abrir una investigación al matón de Escobar por porte ilegal de armas. El malentendido, por supuesto, lo hizo quedar en ridículo.

 

El problema de Medellín no es Popeye,
El problema de Medellín es que el 85 % de los negocios
en los barrios paga vacuna a los combos

 

El problema de Medellín no es Popeye, una figura caricaturezca que mal que bien ya pagó sus culpas así muchos creamos que 25 años por 2000 muertos es muy poco. La justicia colombiana es así de alcahueta. El problema de Medellín es que el 85 % de los negocios en los barrios paga vacuna a los combos, que “Los muchachos”, como llaman con cariño a los integrantes de esa bacrim, arreglen problemas cotidianos en las comunas como el de la señora que acostumbra a hacer el aseo de su casa con el equipo a todo volumen y ellos vengan y la encañonen para que haga el favor de respetar y escuchar su música como una persona decente, bajito o en otra parte, los muchachos que siempre aparecen a la hora de cobrar deudas entre vecinos poniendo en el piso al deudor con una pistola en la cabeza mientras sus hijos lloran, a que asesinen drogadictos, ladronzuelos, a que limpien, a punta de bala, a Medellín para que quede como una tacita de plata. La justicia en la ciudad la están impartiendo los combos.

Son las cuatro de la tarde. La avenida del Poblado está, como de costumbre, congestionada. Hay un calor industrial, se siente la opresión de la contaminación. Saco la cabeza del taxi y veo una nata de esmog encima de mí. “Esto ya no se llama Medellín, se llama Tacollín: puro taco y hollín” me dice con gracia el taxista. Aunque el alcalde y la gente se ufanen de que la ciudad se haya convertido en un destino turístico para europeos y argentinos la verdad no es como ellos la pintan. Sí, cada es más normal ver muchileros rubios y altos caminando con sus pies sucios y llenos de hongos las calles del Poblado. Si vienen no es por la oferta cultural o a tomarse fotos en el Parque Berrío o en el Museo de Antioquia. No, vienen es por la rumba dura, porque el perico es más barato, sabroso y puro que en Estocolmo, porque las putas y los travestis son bonitos y hasta limpios. El interés del europeo por Medellín es solo por el mito de Escobar y por eso, con los ojos desorbitados, pregunta por las caletas, por el techo donde lo mataron, por las empinadas calles en donde reclutaba a los sicarios suicidas que le sirvieron.

Federico Gutiérrez se viste de progresista para que no le veamos su piel de uribista. Una vez se firmó el acuerdo en Cartagena dijo que apoyaba la paz, sin embargo, a las pocas semanas, cuando Pablo Catatumbo fue invitado a un seminario organizado por Naciones Unidas en Medellín, Gutiérrez elevó su voz de protesta, creía que las Farc se iban a apoderar de la tacita de plata y temía por la seguridad de su ciudad ante la llegada de los monstruos comunistas. Una vez se posesionó una de las primeras medidas que tomó fue sacar a Lucía González, mejor conocida como La mona, de la Casa de la Memoria, un lugar que ella había puesto al servicio de desplazados, de soldados víctimas de la guerra. Todos esos procesos quedaron a medias cuando nombró a la sicóloga especialista en Justicia Transicional Adriana Valderrama, hermana de Juan David Valderrama quien fue uno de sus jefes de campaña a la alcaldía y que ahora es el gerente del Inder. Gutiérrez es un biempensante que ejerce sin pudor la politiquería.

Desde el Parque Lleras no se escuchan los tiros, los gritos, no se huele la sangre que no para de correr en el pacto de fusil ordenado por los combos. En el Parque Lleras está intacta la ilusión de vender la ciudad internacionalmente como una marca, de que los turistas sigan viniendo en ramilletes desde todas partes del mundo no al Parque Explora ni al Jardín Botánico sino a disfrutar del pase de cocaína y de las prostitutas más baratas y bonitas del Continente.

Señor Gutiérrez Medellín no es una marca, ni un producto sino una ciudad en donde vive gente, gente que está desapareciendo, que está muriendo, que están atracando, y no es Popeye el que la atraca sino 350 bandas perfectamente organizadas.

@IvanGallo78

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Un espectáculo tan impresionante como la Esfera de Las Vegas se presentará en Bogotá

Un espectáculo tan impresionante como la Esfera de Las Vegas se presentará en Bogotá

La traición que más le duele a Vargas Llosa

La traición que más le duele a Vargas Llosa

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--