El actor venezolano Andrés Suárez decidió emprender desde el 2004 con ‘La arepería Venezolana’, y aunque continuaba posicionando su carrera como actor también dedicaba sus esfuerzos a la comida. Pues en una reciente búsqueda, las redes sociales del negocio resultan inactivas desde el año 2011 y en los lugares donde quedaban sus sedes están reemplazados por otras marcas o cerrados de forma permanente.
Durante el año 2016, el ‘Tino’ Asprilla lanzó un negocio bastante particular dentro de la industria de celebridades colombianas: su propia línea de condones. En medio de la cuarentena en 2020, Faustino decidió donar su producto, fabricado en China, con la ayuda de un Dron; y aunque su excusa fue regalar 100.000 preservativos “para gastarlos”, a la fecha su empresa no continúa funcionando en redes sociales.
Ana Lucía Domínguez, fue otra de las famosas a la que no le resultaron algunos negocios, pues a pesar de tener actualmente su línea de maquillaje y fajas; durante el 2013 decidió incursionar en la industria de los jeans, logró expandirse en redes sociales e incluso en otros países, pero su negocio sólo funcionó hasta el 2017.
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Lo que está claro es que estos famosos lo han intentado, y aunque a muchos no les ha funcionado, no se rinden, continúan con otras ideas y fortalecen su profesión.
Para Fredy Guarín los negocios también le juegan una mala pasada, y es que personas cercanas al proyecto urbanístico en Ibagué llamado G-Level aseguran que ha sufrido varias trabas en el camino. La licencia de construcción tendrá que ser prorrogada porque el proyecto no ha logrado su punto de equilibrio. Sin embargo, abogados de la empresa del volante aseguraron que los problemas de violencia ocurridos en Semana Santa no estuvieron relacionados con los negocios de la familia.
