Vaya semana hemos tenido: A los Panamá Papers, se suman los Pandora Papers, quedando claro que los que formulan y apoyan las reformas tributarias en el país del Sagrado Corazón, o son incautos, o son sinuosos evasores de impuestos. El erario público muerde ávidamente la canasta familiar de los más desfavorecidos -que son a la sazón más del 50 % de los colombianos- para tener con qué firmar contratos que mantengan aceitadas las maquinarias del poder en aras de dar continuidad a las coimas de la contratocracia y el beneficio a banqueros que también evaden tributar lo justo al Erario del país que los mantiene. ¿Qué demuestra que políticos, especialmente expresidentes, senadores y banqueros supercontratistas como Hambriento Angulo lleven millonarias sumas a paraísos fiscales? Pues les diré: 1. Que no quieren tributar al país que roban (¿sería acaso una tautología decir “robo lo que robo”?); y 2. Que no tienen cómo justificar el origen fosco de sus dineros. Si fueran legales esos dineros, los pondrían ante la Dian.
Y no es todo.
CHUZA-DAS
María del Pilar Hurtado, condenada a 14 años de prisión por las “chuza-DAS”, presentó esta semana una carta pidiendo disculpas a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a periodistas y políticos de oposición cuyas llamadas interceptó ilegalmente como directora del DAS al servicio de Presidencia de la República en el Gobierno Uribe. Pero esas disculpas no serán sinceras ante el país, hasta que les diga a los colombianos con la claridad que esperamos, a quién beneficiaban dichas interceptaciones. Aquí la carta:
Pero no está del todo mal. Lo que nos queda claro, es que si Petro, o Coronell, tuvieran algo ilegal, o poco ético, ya el país se habría enterado por el “trabajo” de Hurtado. Ya Uribe lo habría capitalizado políticamente a favor suyo. Nada más cierto. No hay en este momento otra opción sobre las grandes preguntas que se debe hacer el país: en quién creer y por quién votar en tiempos de desapariciones (6402 crímenes de Estado reconocidos por las instituciones), si tenemos esperanza de que los Derechos Humanos empiecen a llegar a un país donde Uribe ha sido el nuevo Videla, donde la democracia está secuestrada por bandidos de corbata; donde se incumplen los Acuerdos de Paz y cada día caen en las calles ambientalistas, periodistas independientes y líderes sociales por hablar en defensa de la vida y de la libertad.
¿COLOMBIA PARAÍSO FISCAL?
Para acabar con el tema inacabable de evasión de impuestos, les propongo a los economistas que me lean la siguiente pregunta -polémica- para erigir un nuevo debate público: ¿Qué tan viable sería convertir a Colombia en un paraíso fiscal, con las experiencias positivas de Panamá, Suiza, el Principado de Andorra, Aruba, Emiratos Árabes Unidos, Hong-Kong, las Islas Caimanes y otros? Pueden escribir a mi correo sus respuestas y concertamos un debate en Las2Orillas.
RETOS PARA LOS MANDATARIOS
Seguimos en la Edad Media. No hay otra opción, entre tantos reflejos de Uribe y perpetuadores de lo mismo, bajo la muy desueta, fracasada, malintencionada y anquilosada doctrina Nixon: Si queremos derrotar los carteles de la droga hay que legalizarla. El candidato que no tenga esto entre sus propuestas, es más de lo mismo. Que sea lo primero que nos preguntemos antes de votar en las próximas elecciones, queridos colombianos.