La empresa Cifras & Conceptos, en la cual trabajo, acaba de sacar su más reciente encuesta electoral. Es un sondeo con más de 2.800 encuestas, en 75 municipios del país. Es, por tanto, una encuesta muy robusta.
En los primeros lugares están Fajardo (19%) y Petro (16%). En otro lote están Vargas (10%) y Duque (8%). En un tercer lote están de la Calle (5%), Ramírez (5%), López (4%) y Ordóñez (3%).
En tendencias, Fajardo, Duque, Ramírez y Petro están subiendo, y Vargas y de la Calle están bajando, así que la encuesta es especialmente mala para los dos últimos. Ella fue hecha antes de que se conociera la unión de de la Calle y López. Hay que ver qué tanto cambia esto las cosas (yo creo que no mucho). De la Calle parece arrinconado en una izquierda que no es, realmente, su lugar.
Como ya vimos, Fajardo y Petro van ganando, y pasarían a segunda vuelta, pero todavía no tienen una ventaja robusta. Ninguno llega al 20%, y todavía falta el 11 de marzo, día de consultas y elecciones parlamentarias. Ese día, presumiblemente, se deben fortalecer los candidatos con maquinarias, y el candidato de la coalición de la derecha, que puede ser Ramírez o Duque. En este momento están empatados en la consulta, con 39% cada uno. Todavía hay que esperar para ver si algún candidato de la derecha se cuela a la segunda vuelta, lo cual es probable.
Un hecho destacado son los altos niveles de desfavorabilidad de prácticamente todos los candidatos relevantes. Quien tiene la mayor favorabilidad y el único neto positivo (diferencia entre favorabilidad y desfavorabilidad) es Fajardo (41% y 6%, respectivamente). De resto, todos los candidatos tienen menos favorabilidad y netos negativos. Vargas y Petro tienen niveles de desfavorabilidad de más del 50% (60% y 55%, respectivamente), lo cual los pone en una situación de desventaja, y hace muy difícil que cualquiera de los dos sea presidente. El caso de Vargas es particularmente preocupante, con un neto negativo de 33%. Todos los candidatos relevantes, excepto Fajardo, tienen un neto negativo de 20% o más. Esto sugiere que en Colombia se elegirá, no al más preferido, sino al que menos se odia.
Sin embargo, Petro y Vargas tienen los votos suficientes, si no para ser presidente, sí para influir decisivamente en la elección. A ambos les costará retirarse de la carrera presidencial, ya que los dos se preguntarán: ¿Y por qué habría de retirarme, si voy de segundo, o tercero, en la carrera presidencial? Pero una dosis de realismo político hace ver que es muy difícil que cualquiera de los dos sea elegido. Cómo den el paso al costado puede determinar mucha cosita. Por ejemplo, Petro podría hacer que el candidato del centro-izquierda fuera de la Calle y no Fajardo. Igualmente, Vargas podría determinar que el candidato de la derecha fuera el uribista o la conservadora independiente.
Hoy, en síntesis, luce como si la segunda vuelta fuera a ser entre Fajardo y el candidato de la coalición de la derecha. Las principales incertidumbres provienen de si Fajardo se desinflará después del 11 de marzo; de cuál será el candidato de la coalición de la derecha y de cómo jugarán sus manos Petro y Vargas. Las cosas lucen cada vez más claras.