Es prematuro saber quién será el próximo presidente de Colombia, para eso falta mucho, además hace falta que ocurran acontecimientos importantes para el país, que definirán con sus consecuencias, quién podría ser el sucesor de Santos. Pero como nos gusta especular e imaginar futuros improbables que quizá nunca pasen, hay que ponerle picante a los años que quedan antes de las elecciones, por eso diferentes encuestadoras ya sacaron su primera mirada sobre las posibilidades que tienen algunos para llegar a la Casa de Nariño.
Creo que en la encuesta no están todos los que son, ni son todos los que están. Dejar por fuera de la baraja a Humberto de la Calle, resulta dejar medio el panorama, es más, lo más seguro es que el candidato del liberalismo y del santismo sea él y no Vargas Lleras, quien puede estar más cerca del Centro Democrático; allí encuentra más afinidad, además de sentirse identificado con las características del gobierno autoritario de Uribe, con lo cual no casa en el encuadre santista, que no va a arriesgar el posconflicto simplemente por cumplirle a su coequipero de gobierno, porque se conoce que Juanma es un tipo pragmático que conjuga a la perfección el verbo traicionar.
Algo relevante que mostró la encuesta es que Vargas Lleras no es el centro de las miradas, ya que más arriba de él, aunque por muy poco, se encuentra Sergio Fajardo, uno de los políticos alternativos más exitosos en los últimos años en el panorama nacional, y que ha demostrado con su trabajo, con su bandera de la educación y su lucha contra la corrupción, que se puede hacer política decente y coherente.
A pesar de muchos, Gustavo Petro sigue vigente,
y por más que algunos medios de comunicación quieran mostrar lo contrario,
es casi una realidad que será candidato en el 2018
A pesar de que los resultados de las encuestas muestran momentos precisos de las coyunturas políticas, estos resultados evidencian y ratifican, muy a pesar de los sentimientos de muchos, que Gustavo Petro sigue vigente, y que por más que algunos medios de comunicación quieran mostrar lo contrario, es casi una realidad que será candidato en el 2018.
Por otro lado, con el anuncio del Senador Robledo, que aún no tiene claro si será candidato a la presidencia, pero que si lo hace, será más allá del Polo, deja la puerta abierta para la unión de fuerzas independientes para que se alíen a luchar contra el ungido por el gobierno. Y resulta siendo la opción más inteligente y viable, porque pretender ganarle a la maquinaria burocratizada que maneja Santos, e ir en contra de los gamonales y patrones electorales de los partidos tradicionales, sería un acto kamikaze del cual ya conocemos los resultados.
Aunque juntar los egos de estos independientes resulta toda una odisea porque cada uno de ellos tiene su estilo y creen que es el mejor, lo que se debe hacer es plantear unos mínimos donde se encuentren y comiencen a desarrollar una idea de trabajo a partir de allí.
Pero en muchos casos el trabajo ya inició, y no el año pasado o en las últimas elecciones a la Presidencia o al Congreso, inició hace algunos años atrás. En Caldas, hace ocho años iniciamos con un sueño, hacer de la educación el camino de la transformación de Colombia; éramos más jóvenes e inexpertos, más idealistas y soñadores, incipientes en la política y novatos en la tarea de conseguir votos, pero la educación fue nuestro impulso y Fajardo nuestra esperanza.
Veíamos con gran agrado, cómo Medellín se había transformado y esperábamos poder hacerlo en toda Colombia. Cada región organizó su grupo de trabajo, muchos nunca habíamos participado en política, nos parecía importante hacerlo, pero no sabíamos dónde ni con quién, pero fue Compromiso Ciudadano, quien nos abrió las puertas y nos permitió creer que se podía hacer política diferente.
Hoy, después de que muchos hemos participado en diferentes elecciones, algunos como candidatos, otros como asesores y muchos como electores, nos volvemos a juntar bajo las ideas de Colombia la más educada, y con la esperanza de Fajardo presidente.
Lo que más nos gusta es que hacemos la política en la calle, como escenario de la transformación social, mirando la gente a los ojos, saludando con amabilidad, entregando un volante justamente como él nos lo enseñó, a través del respeto, la decencia y la dignidad, y haciéndolos sentir como parte del cambio.
Hay que cambiar la visión de la política, debemos combatir la corrupción y enamorar a las personas para que dejen los prejuicios electorales, por eso, aquellos que quieran hacer parte de este sueño, los quiero invitar para que se vinculen y construyamos con sus ideas innovadoras, una propuesta que fortalezca la idea de Colombia la más educada.
En Caldas nos estamos reencontrando, así como lo hacemos en este Departamento, hay compañeros en todas las regiones de Colombia con los que se pueden contactar para transformar la política colombiana. La esperanza de una política limpia, de un presidente que cuide nuestros recursos públicos, sí es posible, porque el compromiso por Colombia, es de todos.
@julianelpolit