En los próximos días, el presidente Juan Manuel Santos emprenderá un viaje a Estados Unidos para reunirse con su homólogo Donald Trump. También, con congresistas demócratas y republicanos, y empresarios estadounidenses. En su maleta lleva consigo el avance de la implementación del proceso de paz que ha sido marcado por los retrasos en la construcción de las zonas verdales de transición y normalización. Igualmente, el trámite de las leyes y decretos que deben hacerse en el marco de implementación de los acuerdos y el incumplimiento de las fechas para la entrega de armas. Además de lo anterior, el mandatario tendrá que explicar la estrategia del gobierno para erradicar las 180.000 hectáreas de hoja de coca sembradas en el país, cifra récord y de gran preocupación del gobierno estadounidense.
Hay que recordar que las relaciones entre Colombia y EE.UU. han estado marcadas por el apoyo republicano y demócrata, un impulso bipartidista que ha favorecido la aprobación del Plan Colombia, el Tratado de Libre Comercio, del nuevo Paz Colombia y numerosas resoluciones. Sin contar con que le han dado su respaldo a los gobiernos de los expresidentes Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y del propio presidente Santos. Asimismo, se vio en el espaldarazo al a la implementación del acuerdo cuando hace unos días el congreso de los Estados Unidos aprobó e incluyó la ayuda de 450 millones de dólares para Colombia en el presupuesto para el año fiscal 2017. Ahora el gran reto de Santos será persuadir a la administración Trump a mantener esta ayuda para el próximo año fiscal, una tarea difícil más cuando el gobierno estadounidense ya ha anunciado el recorte a la asistencia extrajera.
Sin embargo, al gobierno colombiano le ha salido un aliado que puede ayudar a gestionar estos recursos frente al presidente Trump y sus asesores. El senador Marco Rubio en un sorprendente discurso apoyó el proceso de paz dando al gobierno colombiano un gran impulso político en su intento de persuadir al presidente Trump para que continúe apoyando la implantación del proceso de paz. Cabe recordar que durante los últimos años el senador Rubio junto con sus colegas republicanos de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, Carlos Curbelo y Mario Díaz-Balart criticaron duramente las conversaciones entre gobierno y Farc y asimismo el involucramiento de Venezuela y Cuba en estas. Incluso recibieron en sus oficinas de la Florida y Washington D.C. al expresidente Pastrana, Uribe y otros opositores al acuerdo.
Por tal motivo es sorprendente el respaldo de Rubio al proceso de paz y más cuando hace solo apenas unas semanas se le daba como el gestor entre el breve y corto encuentro del Presidente Trump con Uribe y Pastrana en Mar-A-Lago. No obstante, detrás de este apoyo y de la aprobación de los recursos para Paz Colombia está el Embajador Juan Carlos Pinzón que ha venido desempeñando una labor estratégica y diplomática frente al gobierno de EE.UU. la comunidad empresarial americana y diferentes actores con el fin de fortalecer las relaciones bilaterales.