En el departamento de Boyacá, un municipio enclavado en la montaña y de bella arquitectura colonial se especializó en la producción de balones. Se trata de Monguí, ubicado a 222 kilómetros de Bogotá, y la historia comenzó en la década de 1930.
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En 1938, se registró el primer balón, de marca Libertad, ante el Ministerio de Economía Nacional. A este hito industrial les siguieron varias generaciones de colombianos que practicaron sus deportes y juegos favoritos, en buena medida, con balones hechos en el territorio nacional.
Con la apertura económica, en la década de 1990, la producción nacional de balones debió competir cada vez más con la de otros países, hasta el punto de que hoy en día pocos saben que Monguí es tierra de balones y que este pueblo tiene los conocimientos e incluso la tecnología para ser una potencia en Latinoamérica.
En épocas de mundial, nos preguntamos de dónde vienen los balones con los que grandes y chicos juegan en Colombia.
Según MARO —la plataforma de Colombia Productiva, una entidad adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo—, China, Paquistán y Tailandia son los países de donde más llegan balones a Colombia. De estos, el rey indiscutido es China.
Entre enero y septiembre de 2022 se importaron 1.309 toneladas de balones a Colombia, por un valor de 6.753.000 millones de dólares. Esta cifra incluye balones de fútbol, de básquetbol, de voleibol, los demás balones y pelotas excepto las de golf y las de tenis de mesa, y los demás balones y pelotas inflables.
Del total de balones importado, 1.111 toneladas vinieron de China (por un valor de 3.495.061 dólares). De Paquistán llegaron 92 toneladas y de Tailandia 47.
Para nadie es un secreto que a millones de colombianos les gusta el fútbol. Como era de esperarse, este tipo de balón fue el que más se importó a Colombia.
En los primeros nueve meses de 2022, se compraron en el exterior 468 toneladas de balones de este tipo (en MARO figura como “Balones de fútbol, incluido el americano), por un valor de 3,8 millones de dólares.
De esas 468 toneladas, 345 llegaron de China, 90 de Paquistán, 15 de Tailandia y el resto de otros países.
Monguí espera su cuarto de hora
Los fabricantes de Monguí se resisten a abandonar la actividad que por casi 100 años les ha dado sustento. Desde hace un tiempo, han empezado a importar materias primas, como el poliuretano, el látex y el neumático de butilo, y tecnología, como enrolladoras, troqueladoras, vulcanizadoras e impresoras de Corea del Sur. Estas han permitido incrementar la productividad de varias empresas.
“Hay procesos de producción tan buenos en Colombia que se pueden vulcanizar 15 balones en 3 minutos y enrollar 7 en el mismo tiempo. De hecho, este año se empezaron a fabricar balones profesionales”, le dijo Edgar Ladino el año pasado a Más Colombia.
Los habitantes de Monguí esperan que la fiebre mundialista, que este año coincidió con la época decembrina, sirva para que los colombianos les regalen a sus seres queridos balones made in Colombia. Varias generaciones crecieron con ellos. Ahora es el turno de los niños del nuevo milenio.
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