El panorama político de hoy atrae un sin número de acciones y hechos que tienen a los colombianos sin saber cuál puede ser el líder que gobernará al país en los próximos años, debido al adelanto de algunos independentistas políticos que han pertenecido a partidos de vanguardia, y que por razones no muy legítimas de sus organizaciones prefieren deslindarse de estos, accediendo a postular su nombre con firmas en busca de Casa de Nariño.
La pregunta que se hacen muchos es si el nuevo líder de la Casa de Nariño cambiará para bien la situación social, política, económica y de justicia y la corrupción rampante que desde hace tres décadas azotan al país, o será como todos los que han pasado a la máxima gubernatura del país, que han prometido distintos propósitos para ejecutar en su gobierno y de pronto quedan solo en historias.
Pero como el poder determina el dominio y facultad de mando, dentro de los aspirantes habrá algunos en plaza pública que emitirán frases hechizas y enfocadas a desvirtuar, confundir y desestabilizar las emociones de quienes esperan cambios totales a la degradación y descomposición jurídica y política, en las cortes, fiscalías, mandos medios y gerencias del estado, así como desde el mismo gobierno.
Otros, según el punto de vista de sus aspiraciones, mantendrán su voluntad de cambio infundiendo proyectos que por su dificultad de implementación, no se cumplen; ellos lo saben y lo hemos visto los colombianos en cada uno de los gobiernos, que lo importante es el beneficio de pertenecer al grupo de presidenciables. Saben que las comunidades regionales sociales y culturales, son un mercado de oferta y demanda, y se darán al mejor postor.
Un caso especial, el Dr. Uribe CD, promete en correrías su plan de ejecución lo que no hizo durante 8 años de mandato como es: Subir el salario mínimo, bajar los impuestos a ricos y clase media y baja que pague, congelar una parte sustancial el impuesto predial, y crear empresas. Este anuncio descresta, pero es una maniobra que no puede ser, debido a la recesión económica desde 2013 en el país, y que ha llevado a los gobiernos a gastar más de lo que ingresa. Entonces, ¿esta propuesta tiene asidero?
Tal es el caso que solo el 29 por ciento de las nuevas empresas sobreviven en Colombia. Entre el 2011 y 2015 las empresas exportadoras se incrementaron en 9 por ciento, pero estos negocios solo representan un 5 por ciento registradas en sector exportador. En su gobierno Dr. Uribe dictó decretos y leyes disminuyendo impuestos para que los empresarios dieran empelo pero todo fue un fiasco, como la ley del primer empleo.
Por otro lado, una bandada de aspirantes independientes o diferentes, que han pertenecido a partidos, recolectan firmas para hacerse al grupo de presidenciables 2018: Gustavo Petro con 'Colombia humana'; Vargas Lleras con 'Mejor Vargas Lleras'; Alejandro Ordóñez con 'por la familia firma Ordóñez'; Clara López con 'Todos somos Colombia'; Sergio Fajardo con 'Compromiso ciudadano'; Juan Carlos Pinzón con 'Ante todo Colombia', y Piedad Córdoba con 'Poder ciudadano'. Estos independentistas se separan de los partidos tradicionales por razones implícitas en cada uno, y en su defecto, buscan los dividendos perdidos por los partidos tradicionales, como de quienes no creen en ningún político.
En conclusión, no se debe elegir incitados por el miedo y confusión e incertidumbre, nunca se debe votar por un candidato presidencial que hable bonito o prometa cambios imposibles de cumplir, es preciso conocer su mensaje aunque no comulguemos con las propuestas, y medir en lo posible las repercusiones concretas y políticas que afecten a la familia, la vida del sufragante y en la economía durante su mandato.
Es más, los postulantes que han integrado partidos pero que se lanzan con firmas montando expectativas e ilusiones de cambio, al ir a conformar su gabinete, ¿no tendrán que depender de los partidos clientelistas y allegados a los cuales abandonan para integrar sus gabinetes?, ¿cómo conquistar al senado y cámaras para que aprueben proyectos expuestos en las contiendas electorales, si para eso tiene que hacer hasta lo imposible, dádivas, con unas cámaras que exigen recursos y beneficios del gobierno? ¡Amanecerá y veremos! Cuando todos los partidos a los cuales pertenecen, hagan fila para integrar las altas dignidades del ejecutivo, legislativo y dependencias gubernamentales.
Información: Revista Semana, Dinero, El espectador, Google académico.
