En todo proceso electoral, los candidatos de las castas oligárquicas salen a prometerle a la ciudadanía el acceso a cuantos derechos le han negado los gobiernos anteriores al que piensan instaurar. Aseguran que bajo sus mandatos cundirá la felicidad, pero muy especialmente entre quienes pintan canas, a los cuales, óigase bien, Gustavo Petro les expropiará su derecho a una pensión digna.
Estos candidatos, claro, nunca le confesarán al pueblo que esas mismas castas, mediante la Ley 100, ya le redujeron a sus mínimas proporciones el disfrute de tan vital derecho, el mismo que seguirán reduciendo cada vez que expidan alguna nueva norma atinente al mundo laboral, como lo han hecho hasta hoy.
Por el contrario, lo que Petro ha repetido hasta el cansancio es que desarrollará el derecho de los colombianos a una vejez digna, lo cual implica el acceso a por lo menos un mínimo vital de aquellos viejos que carecen de él por no haber cotizado a ningún régimen pensional.
Eso es todo lo contrario a una expropiación. Es una gran reforma que eliminará el cúmulo de inequidades del actual sistema, en el cual, por ejemplo, algunos pocos privilegiados, especialmente funcionarios y políticos de alto turmequé, se benefician de elevados subsidios, sin importar que con ello se ponga en riesgo el escaso pecunio que de tal sistema derivan los pocos colombianos que al menos tienen una modesta pensión, así como el de quienes están en su derecho de aspirar a ella.
El sistema pensional que Petro establecerá tiene su fundamento en tres pilares, en realidad dos, sobre los cuales se soportará: El Pilar Contributivo y el Pilar de Ahorro Voluntario, con cuyos recursos se atenderá el tercero, el Pilar Solidario Básico.
Al Pilar Contributivo estarán vinculados absolutamente todos los trabajadores formales, los cuales aportarán obligatoriamente a Colpensiones. Sin embargo, los trabajadores con sueldo superior a cuatro salarios mínimos podrán determinar si sobre el excedente le siguen cotizando a Colpensiones o prefieren hacerlo a un fondo privado.
Al Pilar de Ahorro Voluntario, que administran los fondos privados, podrán cotizar quienes quieran complementar su pensión o, disponiendo del excedente antes mencionado, resuelvan pagar a ellos el aporte correspondiente.
Y finalmente, al Pilar Solidario Básico estarán vinculados quienes lleguen a la edad de pensionarse sin haberle aportado al sistema, y carezcan de todo medio de subsistencia. Estos recibirán mensualmente medio SMLMV, que serán financiados con recursos provenientes de los otros dos pilares.
Como puede verse, en lugar de expropiar, Petro propone extender el beneficio pensional hacia quienes nunca lo han tenido, y que nunca lo tendrán mientras no se limiten las esas sí expropiatorias utilidades de los fondos privados.
