Expovinos la más grande (y única) feria de vino en Colombia llega a su versión número 11. Pero tristemente, una feria que en un momento fue comparada con grandes ferias como Vinexpo (Burdeos), se encuentra en decadencia. ¿La razón? Expovinos se convirtió en una feria donde no dan vino.
Para empezar hagamos un breve recuento de la historia de esta feria, que es organizada por Grupo Éxito. Su primera versión fue en el año 2006, en la ciudad de Medellín, con tan solo 4.000 metros cuadrados. La versión del año 2014 convocó más de 30.000 asistentes, que gastaron $1.400 millones de pesos en vinos y la feria ocupó cerca de 12.000 metros cuadrados en Corferias. Con estos números, y el consumo nacional de vino en crecimiento, Luis Fernando Emanuel, administrador del área de bebidas alcohólicas y no alcohólicas del Grupo Éxito, predijo $1.600 millones en ventas para el siguiente año. Pero se equivocó.
En el 10° aniversario de Expovinos, la feria alcanzó cifras record: 12.500 asistentes en un solo día, 47.000 asistentes totales y $2.250 millones de pesos en ventas. Esta última cifra es la que más sorprende, pues los asistentes que gastaron esa cifra tan grande comprando vinos, probablemente no estrenaron su copa en la feria, pues como dije antes, en Expo vinos no dan vino.
Expovinos: Evolución 2011 - 2015
Esta observación la hago desde la experiencia que he tenido en las ediciones de Expovinos de 2011 hasta 2015. Gracias a mi padre, Enólogo de profesión, tuve la fortuna de conocer el mundo del vino desde mis primeros años y tan pronto tuve la edad legal, empecé a asistir a expovinos.
En las ediciones de 2011 y 2012 la feria tenía menor tamaño que ahora, tal vez la mitad, y una tercera parte de los asistentes. A pesar de mi corta edad y no parecer un comprador en potencia, las personas de los stands se mostraban amables y no vacilaban en darme a probar su vino mientras me explicaban con detalle el origen, el porqué del nombre y sus características. En la primera edición pagué novatada: Después de 4 copas me tuve que sentar, y comprendí la recomendación de mi padre de escupir el vino y no beberlo todo. Encontré gran variedad de vinos y de historias, las conferencias muy interesantes e invitados de alta calidad.
Luego en el 2013, las conferencias y los invitados mantuvieron su nivel, la concurrencia aumentó, pero la cantidad de vino se disminuyó. Tan solo en 2 lugares, con algo de dificultad, pude degustar unos vinos jóvenes de Estados Unidos. Esto lo compensó una buena lasaña a precio asequible, al final de la jornada.
En el 2014 el vino de degustación se convirtió en un mito. Algunos decían haber visto algunas bodegas repartir un par de copas el día anterior y otros esperaban con ansias en los stands donde tal vez, en algún momento, abrirían una botella que se acabaría en cuestión de segundos. Yo paseaba por los pasillos buscando algo interesante, pero el vino y las historias me lo cambiaron por “Mira este folleto” y “Puedes encontrar nuestros vinos en promoción en la tienda”. El resto del tiempo lo gasté haciendo filas con mucha antelación para entrar a un par de conferencias, el único lugar donde aún daban vino, pero debido a la gran concurrencia de ese año estaban a reventar.
Finalmente el 2015, un gran año para grupo Éxito, fue una decepción para mí. Fui temprano, con mi padre y mi novia, a ver si encontrábamos algo interesante. Pero no hubo vino, ni cupo en conferencias, ni siquiera una silla para sentarse un momento. Usted puede pensar que yo soy un joven que solo quiere vino gratis, pero hago la aclaración correspondiente, siempre compré vino en Expovinos y fue gracias a las degustaciones y las historias que atrapaban que hacia la elección en la tienda. Pero en la edición 2015 me sentí engañado, pues me di cuenta que Expovinos ya no era una feria para conocer, degustar y aprender del vino, ahora es una tienda Éxito de 12.000 metros cuadrados.
Si se compara Expovinos con ferias de tamaño similar en países como España, Francia en Inglaterra es fácil ver las diferencias. Es claro que el objetivo de todas las ferias en el mundo es vender, pero las ferias en otros países si ofrecen vino, y en grandes cantidades. Una entrada a una feria del vino debe ser una oportunidad para conocer una gran variedad de esa deliciosa bebida, no un pase para entrar a una tienda de descuentos.
¿Por qué dejaron de dar vino en Expovinos?
Mi hipótesis es que en 2014 se dieron cuenta que dando pocas degustaciones, de igual forma las ventas y los asistentes aumentaron. Es decir la gente compraba sin haber probado, para ellos, la cata no era importante en el momento de seleccionar un vino.
Y la razón de esto es que en Colombia no conocemos de vino. No somos un país de tradición vinícola, apenas estamos en 0.9 L por persona, algo muy bajo en comparación con países como Chile o Argentina, y ni que decir de los europeos. Esto no es culpa de los colombianos, ni estoy llamando inculto a nadie. En Colombia el vino siempre ha sido visto como un producto de lujo, exclusivo de estratos socioeconómicos altos y si a esto le añadimos la dificultad de sembrar vid en nuestras tierras tenemos como resultado este panorama.
Es por esto que el engaño de Expovinos funciona, la tienda disfrazada de feria puede vender porque su público no es exigente. Y gracias a esto, el grupo éxito y los importadores pueden vender grandes cantidades de vino sin gastar una sola gota de producto en degustaciones.
Buen negocio para ellos, malo para nosotros
Hagamos cálculos. El día viernes 31 de Julio de 2015 entraron 12.000 asistentes de 47.000 en total, 25% aproximadamente. Las únicas formas de probar vino eran, hacer la larga fila de las conferencias, ser jurado del concurso o entrar a la cava selección que para 2016 tuvo un valor de 120.000 pesos por persona. Según El Tiempo (2015), 3000 personas asistieron a las conferencias y 1500 entraron a la selecta Cava de Selección. Por lo tanto y aunque la Cava de Selección es un lujo de pocos, estamos seguros que 4500 personas si probaron vino en Expovinos. Eso equivale a casi el 10% de la gente que asistió, lo que quiere decir que cada 10 asistentes a la feria, 9 no probaron una gota de vino de degustación. Y así se vendieron $2.250 millones de pesos.
Y la inversión para entrar no es poca. Se suman 20.000 de la entrada (2016) más $10.000 de la copa, son $30.000, un precio muy alto solo para entrar a una tienda de vinos con descuentos. Si va en pareja, son $60.000 que mejor pueden invertir en algo más.
Efectos sobre el mercado del vino en Colombia
Grupo Éxito es la cabeza del oligopolio (por no decir monopolio) de la venta de bebidas alcohólicas en Colombia. Nada pueden hacer las licoreras de barrio, restaurantes y tiendas especializadas contra los $100.000 millones de pesos en ventas anuales que reportan los almacenes Éxito y Carulla.
Y es que en su afán de alcanzar los $200.000 millones en el año 2020, Grupo Éxito está afectando seriamente el mercado del vino. El panorama actual se puede apreciar en Expovinos. El día viernes 31 de Julio de 2015, cuando salí decepcionado de la feria, pude ver una fila que le daba la vuelta a Corferias de personas, en su mayoría estratos 3 y 4, que acababan de salir de su trabajo, emocionadas por entrar a la feria. Lo más probable es que la mayoría de ellos se hayan devuelto a la casa, aburridos, con la copa sin estrenar, tal vez con un par de botellas compradas por la promoción (sin saber si era de su gusto o no) y con la impresión que el mundo del vino es algo lejano, exclusivo de los ricos, algo demasiado complicado que no pueden entender. Expovinos les abre la puerta solo para que compren, pero no les habla, no los escucha cuando preguntan, solo los ignora con su aire sofisticado y elitista.
Mientras tanto, Expovinos para los estratos 5 y 6 es lo que es, una feria de promociones, donde de paso pueden socializar, dejarse ver, mojar prensa y por qué no, entrar en la Cava de Selección, donde pueden probar caldos de gran calidad como Dom Perignon, Don Melchor o Vega Sicilia.
Mi recomendación para Grupo Éxito es que deje un poco la avaricia, si organizan una feria de calidad para los asistentes y no una tienda de descuentos gigante, pueden mejorar el mercado y de paso sus ventas. De lo contrario solo afectaran el consumo de vino, junto con la depreciación y los altos impuestos que se le impondrán a las bebidas alcohólicas cuando entre en vigencia la nueva ley de licores.
Y para los que quieren ir este año a Expovinos, mi recomendación personal es que invierta mejor esos $60.000 pesos en compañía con un buen vino. No me atrevo a recomendar ninguno, solo les digo que eviten el producto nacional, pues a excepción de las empresas con viñedo propio (Marqúes de Puntalarga, Marqués de Villa de Leyva o Casa Grajales) son vinos hechos con mosto concentrado, agua y levadura, de muy baja calidad.