La tercera será la vencida. Esa es la esperanza de los interesados en los 27.904 trámites de registros sanitarios sin evacuar que debe llegar a resolver el recién nombrado y aún no posesionado, nuevo director del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), Germán Velásquez, quien también, sin llegar al cargo, tiene en contra el plazo de diez días que le dio el Tribunal Administrativo de Cundinamarca a la entidad para resolver la escasez de medicamentos desatada en el país.
El filósofo, máster en Economía y doctor en Economía de la Salud, fue nombrado por el presidente Gustavo Petro el pasado 28 de octubre y tres días después, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, con ponencia del magistrado Luis Manuel Lasso, decretó medidas cautelares urgentes para proteger los derechos colectivos a la salud y acceso universal de los ciudadanos a los medicamentos en condiciones de disponibilidad, suficiencia y equidad.
El Tribunal respondió así a la solicitud de la procuradora, Margarita Cabello, que instauró una Acción Popular en contra también del Ministerio de Salud y Protección Social a cargo del médico Guillermo Jaramillo y otras entidades, entre ellas el Invima, entidad adscrita al Ministerio de Salud y Protección Social.
Con su Acción Popular, la Procuraduría busca proteger el derecho fundamental a la salud, la moralidad administrativa de los consumidores y usuarios que han sido afectados y amenazados por sus acciones y omisiones, en particular, el descuido en la expedición del Conpes que establezca una nueva política farmacéutica nacional, la cual sigue sin tramitarse y fue ordenada por la Ley Estatutaria de Salud.
La procuradora Cabello espera que el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) regule todo el sistema de medicamentos del país, desde la expedición de registros, la fabricación, importación, comercialización, los sistemas de control y regulación de precios para garantizar su disponibilidad para el tratamiento de todas las enfermedades que aquejan a los colombianos.
Este es apenas uno de los chicharrones que deberá resolver Germán Velásquez, el tercer director que tiene el Invima en este gobierno, pues entre los trámites acumulados hay nuevas solicitudes de registros sanitarios, renovaciones, modificaciones y autorizaciones de publicidad que han impedido tener en el mercado miles de medicinas como vacunas, anticancerígenos, antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, antiparasitarios, antiagregantes plaquetarios, anticonvulsivantes, y otros vitales para el tratamiento de enfermedades mentales, enfermedades huérfanas y enfermedades catastróficas que requieren niños, adolescentes, mujeres, adultos y personas de la tercera edad, sujetos de especial protección constitucional.
El plazo de 10 días que dio el Tribunal para que el Invima presente un Plan de respuesta que contenga las acciones orientadas a resolver la crisis de escasez de medicamentos y a garantizar la suficiencia de las materias primas necesarias para la producción de medicinas en el país está corriendo, se está acabando y Velásquez aún no se ha posesionado.
Los encargados y el nuevo director del Invima
Antes del nombramiento en propiedad, de Germán Velásquez como director, el Invima tuvo tres directores encargados. El primero de ellos fue Francisco Rossi, nombrado por la exministra de salud, Carolina Corcho y quien estuvo al frente de la agencia sanitaria hasta el 21 de marzo de este año cuando presentó su renuncia al cargo por diferencias con la Ministra frente al tema de medicamentos.
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Tras su salida, se nombró a Mariela Pardo Corredor, quien ejercía como Secretaria General del Invima antes de ser designada Directora encargada. Recientemente, el Ministerio de Salud nombró a Juan Carlos Arias Escobar, director técnico de la Dirección de Cosméticos, Aseo, Plaguicidas, y Productos de Higiene Doméstica como tercer director encargado.
En medio de esta crisis de medicamentos y los líos desatados por Cruz Verde en contra de Sanitas, el presidente Gustavo Petro designó a Velásquez, quien tiene dos décadas de experiencia en la Organización Mundial de la Salud (OMS). En esa organización dio la lucha por la equidad en la distribución de medicamentos para los países pobres y fue víctima de un atentado.
Velásquez nació en Manizales (Caldas), su formación académica abarca la filosofía, con un máster en economía, y un doctorado en Economía de la Salud de la Universidad de la Sorbona. Además, ha sido reconocido con múltiples doctorados Honoris Causa por instituciones destacadas como la Universidad de Caldas y la Universidad Complutense de Madrid.
Su trayectoria profesional incluye un cargo de dirección en un laboratorio farmacéutico estadounidense en Indonesia en 1970. Posteriormente, en 1989, se unió a la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde desempeñó un papel fundamental durante dos décadas. Fue director del Programa de Medicamentos y Medicina Tradicional y contribuyó significativamente a la promoción de la salud a nivel global.
Velásquez también hizo parte del South Centre, una organización intergubernamental que brinda asesoramiento a 54 naciones en desarrollo. En dicha institución, desempeñó un papel clave al analizar y apoyar a las delegaciones que participaban en la OMS.
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