El exministro de Hacienda, Guillermo Perry, publicó una columna en el diario El Tiempo en la cual asegura que el Gobierno Nacional está maquillando las cuentas fiscales para ocultar la realidad que vive el país.
“Al quitar el maquillaje, lo que el Marco Fiscal de Mediano Plazo dice es que el Gobierno frenará el proceso de ajuste fiscal iniciado en el 2015 para compensar la pérdida de ingresos petroleros y que aún no está completo. En efecto, sin los ingresos por privatizaciones, el déficit estaría bajando apenas de 3,1 % del PIB en el 2018 al 3 % del PIB en el 2019”, dice Perry.
Para el 2019, el Gobierno tiene estimado que reducirá el déficit fiscal al 2,4 % del PIB.
Añade Perry que el Ministerio de Hacienda está modificando la forma en la que se calcula el déficit fiscal ya que pretende contabilizar recursos procedentes de privatizaciones, y que el Gobierno espera realizar por una suma equivalente de 0,6 del PIB en 2019, como ingresos corrientes para reducir su déficit y cumplir con la Regla Fiscal.
Perry advierte que hay rumores de que funcionarios del Gobierno están proponiendo utilizar un artículo del Plan Nacional de Desarrollo el cual le permite al Fondo para el Desarrollo (Fondes), donde hay dinero de la venta de Isagén, invertir en acciones de empresas de servicios públicos, para ‘venderle’ activos del Gobierno y, al mismo tiempo, trasladar las acciones que tiene el Gobierno en ISA a Ecopetrol.
Al respecto, el diario Portafolio publicó un artículo en el cual afirma que el Fondes se usaría para adquirir participaciones de la Nación y que el Ministerio de Hacienda pretende recibir unos $7 billones anuales hasta el 2022 por medio de esta práctica.
“La idea es que, a través de una especie de fideicomiso –que en este caso sería el Fondes–, el Estado financie al mismo Estado a través de operaciones internas que no involucrarían salir a buscar inversionistas privados ni llevar a cabo procesos de privatización que, por ley, tienen un trámite que toma varios meses”, dice Portafolio.
El exministro de Hacienda considera que esta alternativa podría hacer que las calificadoras internacionales, que ya han advertido que la venta de participaciones del Estado no se puede utilizar como gasto corriente, tomen represalias en las calificaciones de Colombia.
“Para colmo, si Ecopetrol compra las acciones de ISA, estaría desviando recursos que necesita para encontrar y producir petróleo y gas. Y el Gobierno estaría sacando por la puerta de atrás la platica de la venta de Isagén, a la que tanto se opusieron los senadores Duque y Uribe, para cubrir gastos generales en lugar de financiar nueva infraestructura pública, como se prometió en su momento”, finalizó Perry.