La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) por sus siglas en inglés, es la agencia del Departamento de Justicia de ese país dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas. Esta entidad ha colaborado históricamente con Colombia en el tema del desmonte de carteles y captura de grandes capos de la droga en nuestro país.
Recientemente esta agencia ha sido protagonista en el sonado caso del fiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, capturado y solicitado en extradición a Estados unidos por presuntos sobornos al investigado exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons. Frente a este panorama surgen dos interrogantes, ¿cuál es el interés de la DEA en este capítulo tan escabroso de corrupción en Colombia?, ¿por qué se inmiscuye en asuntos internos de otro país que aparentemente no tienen nada que ver con drogas o lavado de activos?
En el escándalo descomunal que sacude a la justicia colombiana, la Fiscalía en conjunto con la DEA agregaron un ingrediente más a este entramado corrupto: señalaron que en las conversaciones interceptadas entre Lyons y Moreno se había detectado una presunta red de corrupción dentro de la Corte Suprema, en la cual podrían estar implicados los exmagistrados José Leónidas Bustos y Francisco Ricaurte, quienes curiosamente en los últimos años han acrecentado curiosamente sus patrimonios de manera exorbitante.
Recordemos que en el año 2015 el entonces presidente de la Corte Suprema José Leónidas Bustos consideró que el delito del narcotráfico puede ser amnistiado. Así, se podría frenar la extradición de desmovilizados requeridos por otros países, "no existe un deber internacional de extraditar a los responsables por delitos de narcotráfico”, precisó el magistrado, un gran obstáculo para la justicia norteamericana. Como es sabido por todos José Leónidas Bustos obtuvo un gran poder dentro de la Corte Suprema, llegó en el 2008 y fue presidente del alto tribunal en 2015, acabó su período el año pasado y aun afuera mantenía sus súper poderes.
Esta serie de sucesos un tanto confusos y difíciles de entender generan otra serie de cuestionamientos: ¿será que la DEA tiene en su poder evidencias que involucran a los exmagistrados en asuntos más oscuros? o ¿el "señuelo" puesto a Moreno donde cayó como un niño es solo una excusa para que prenda el ventilador en Estados Unidos? O por el contrario, ¿será que Moreno es el gran chivo expiatorio de dimensiones bíblicas para ocultar lo inocultable?
El tiempo irá despejando cada interrogante, muy seguramente más temprano que tarde se conocerán evidencias aportadas por la DEA, pero muy ligadas a lo que realmente es: una agencia antidrogas y antilavado de activos.