Ordóñez, también conocido como “patesopa” es un excombatiente que se encuentra en la zona de reincorporación Antonio Nariño, habla con seguridad y firmeza, tiene una posición anticapitalista bastante enmarcada, y presume constantemente que como le enseñó su camarada Manuel, “el nuevo reto para todos los exguerrilleros debe ser usar los medios de comunicación como un arma muy poderosa a su favor”.
En la selva el celular fue una amenaza peligrosa para todos los guerrilleros, “el enemigo principal’’, porque a pesar de que era prohibido tenerlo, prendido o apagado, varios lo usaron a escondidas sin acatar las reglas establecidas. Ordóñez, narra que cuando llegó el boom del celular, no solo fue hacia las grandes ciudades, sino también a la selva, donde ellos se encontraban. Esa afición hizo que más de un guerrillero se metiera en graves problemas, porque siempre que había muertes en masa como resultado de los bombardeos, se descubría que había sido por un celular que permitía rastrear la ubicación mediante satélite.
Hoy en día, los excombatientes que se encuentran en zonas de reincorporación tienen toda la libertad de tener acceso a cualquier tecnología o medio de comunicación, la mayoría tiene su propio celular, el reemplazo de un fusil que se convirtió en su mano derecha. “Aprendimos a manejar los teléfonos inteligentes’’, comenta entre risas el exguerrillero.
Los medios le han servido a los exguerrilleros para estudiar y retomar estudios académicos, estar actualizados sobre lo que se vive en el país, y tener contacto con sus familias sin necesidad de esconderse por miedo a ser descubiertos o incluso peor, ser bombardeados por el enemigo.
“Hay personas que se aprovechan de nosotros en las falencias con el uso de estos medios, hacen montajes y crean una imagen negativa de la paz’’. Pero a pesar de todo, gracias al proceso de paz, de las emisoras comunitarias a las que se les dará acceso y el canal de televisión, habrá mayor equidad en la información mediática.
Para Ordóñez, los periodistas que se están formando escribirán la realidad, los avances del proceso de paz y la libre expresión de todas las partes, que se espera, no sean ocultadas o tergiversadas ante el pueblo colombiano.
Para cambiar la forma mezquina con la que la sociedad los sigue viendo, el exguerrillero considera que llegó el momento de contar su versión de la historia.