Entiendo a la "Gran Nación Wayúu" como la ha venido denominando Weildler Guerra Curvelo, el territorio poblado por la etnia wayúu. Como es respetuoso dejar que los administradores de la cosa pública desarrollen su gestión, es necesario que al finalizar se haga un análisis para evaluar los resultados.
El refrán arriba anotado le cae al dedillo al presente artículo, teniendo en cuenta que al desperdiciar el exgobernador Guerra Curvelo la oportunidad de entregarle a sus paisanos de la Gran Nación Wayúu alternativas tecnológicas le cercena la posibilidad de coadyuvar a la superación de la inseguridad alimentaria que padece toda la población de la Alta y Media Guajira. Parece asimilable este refrán a “que la gente que peor te trata y más te hace daño, es la gente de tu misma sangre”. Expreso estas apreciaciones por dos situaciones bastantes inverosímiles que pasaron en la administración anterior.
La Asociación de Ingenieros Agrónomos de la Guajira (ASIAGUA) le hizo llegar al gobernador encargado Guerra Curvelo a través de su Secretario de Desarrollo Económico Otto Vergara González una propuesta para apoyar a dos ingenieros agrónomos de la asociación para que participaran en un Curso Internacional de Desarrollo del Sector Agropecuario en Regiones Áridas y Semiáridas. Este se realizaría en la localidad de Shefayim en Israel, sería dictado por la Agencia Israelí de Cooperación Internacional para el Desarrollo MASHAV en el Centro intencional de capacitación agrícola de Israel (MATC), estaba dirigido para profesionales de los países de la Alianza del Pacifico y se llevaría a cabo del 30 de octubre al 16 de Nnviembre de 2017.
Con esta oportunidad como asociación podíamos potenciar el desarrollo del sector agropecuario en nuestras regiones áridas y semiáridas, y así presentar acciones definitivas de solución a la problemática de soberanía y seguridad alimentaria en el departamento. A la vez implementar acciones que conllevaran a manejar de la mejor manera los procesos de desertificación que se viene presentando día a día y finalmente desarrollar acciones integrales de los recursos hídricos, incluyendo almacenamiento de agua, implementación de sistemas de irrigación, tratamiento y reutilización de las aguas residuales, la desalinización del agua de mar y las aguas salobres de pozos, generando una producción agropecuaria intensiva y de alta productividad.
El gobierno de Israel entregaba esas becas a todo costo y la Gobernación de la Guajira solo debía apoyar a los participantes con los pasajes aéreos en el trayecto Riohacha-Tel Aviv-Riohacha, por valor de 20 millones de pesos. No hubo respuesta positiva del señor gobernador encargado, eliminando así la posibilidad que profesionales guajiros pudieran haberse capacitado y así la comunidad wayúu haber obtenido lo que tanto pide, expertos en soberanía y seguridad alimentaria que entrarían a solucionar la problemática de la desnutrición en la Guajira.
Paralelamente y paradójicamente, el mandatario ya tenía firmado el contrato número 286 de 2017 de prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión por tres meses con una empresa contratista de sociedad extranjera inscrita en Gibraltar el día 6 de junio de 2016, denominada BSW INTERNATIONAL LTDA, por un valor de $ 270 millones de pesos y que en forma engañosa nos la presentaron en las oficinas del Centro Estudio 360 grados como una Misión del Gobierno de Israel. Tremendo engaño a la sociedad profesional y civil del departamento.
La otra decisión nefasta para la comunidad wayúu del exgobernador fue la segunda propuesta presentada por la Asociación de Ingenieros Agrónomos de la Guajira para realizar un Congreso Nacional Académico donde participaran universidades de alta academia que tienen facultad de Ingeniería Agronómica como la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de Córdoba, la Universidad del Magdalena, la Universidad de Palmira y la Universidad del Tolima, además de las entidades como el ICA y Corpoica, para que presentaran propuestas concretas a la solución de la problemática de la soberanía y seguridad alimentaria en la Guajira. Tampoco hubo respuesta positiva. Es claro establecer que para solucionar el problema de seguridad alimentaria a la etnia wayúu no había recursos, pero para los festivales de San Juan del Cesar, el de Villanueva y el oneroso gasto realizado en la celebración de los 52 años del departamento sí aparecieron los benditos recursos. Lástima para la Gran Nación Wayúu que uno de sus hermanos haya negado estas iniciativas para su pueblo.
En los innumerables contratos que se firmaron en la administración pasada se podría determinar que si está satisfecha la contratitis, como lo quiso hacer ver el exgobernador Guerra Curvelo en su escrito en la Revista Semana del 6 de junio de 2009 que denominó La proliferación de espolones en el Caribe, donde expresa que “la desaforada construcción de estas barreras de piedra ha servido más para satisfacer la contratitis que para contener el mar”. Tremendo desfase del exgobernador, teniendo en cuenta que el contrato de los espolones sí cumplió con los objetivos propuestos, para la muestra los botones (espolones).
