La familia de Mariano Alvear Sofán que está siendo investigada por el desvío de recursos por $200 mil millones de la Universidad hacia otros negocios de su propiedad, será defendida por el exfiscal general Mario Iguarán que ya tiene el poder que le otorgó el empresario fundador de la Universidad, Mariano Alvear y su hijo, Martín Eduardo. La San Martin, que nació hace más de 30 años como un instituto de bachillerato, administración y contaduría –IBAG- se volvió un emporio económico cuyo propietario, Mariano Alvear Sofán, aprovechó para montar una macro empresa de carne: la ganadería CIBRE, la marca Qualite y los restaurantes Burger Market, dirigidos en sus comienzos por el chef Daniel Kaplan. Alvear habría invertido en estas, cerca de 20 mil millones provenientes de la universidad. Una mezcla resultó explosiva para la institución de educación que llegó a tener 26 carreras, 26 mil estudiantes y presencia en 21 ciudades del país y que acaba de ser intervenida por la ministra Gina Pardoy y está siendo investigada por la Fiscalía que rastrea sus negocios y los dineros de la universidad captados a través de un fondo fiduciario llamado Fondo Para el Fomento de la Educación, ajeno a la supervisión del ministerio. El exfiscal Iguaran ha estado litigando desde su salida de la Fiscalía; representó a Carlos Cárdenas, acusado en el caso Colmenares, defendió al alcalde Gustavo Petro en el frente penal, fue apoderado de la Universidad Autónoma del Caribe, en el proceso que se lleva contra su exrectora, la argentina Silvia Gette Ponce y ahora defiende los intereses de la familia Alvear Sofán.
