Excesos de una minga, indiferencia de un gobierno
Opinión

Excesos de una minga, indiferencia de un gobierno

Desde Santander de Quilichao he presenciado los excesos de la minga, y la indiferencia de Duque con su mantra de negociar sin bloqueo. El Cauca es un polvorín. ¡Pilas! Señor Presidente

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marzo 29, 2019
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En todo conflicto hay por lo menos dos lados y en el del Cauca puede haber tres o más porque involucra a la población, a los empresarios, a los trasportadores y a los campesinos de varios departamentos, además de los pueblos nasa y guambía y por supuesto del gobierno nacional.

Es un conflicto que viene de atrás, con rezagos de promesas incumplidas por parte del Estado y vías de hecho por parte de los indígenas, que cada dos o tres años bloquean la carretera Panamericana y realizan invasiones de tierras. Pero cada vez parece que crece más la protesta y los indígenas están más organizados. Eso sí, al igual que los paros del trasporte, los campesinos o los maestros, son huelgas anunciadas que se dejan crecer por inacción gubernamental.

En mi caso, es la primera vez que me toca una minga viviendo en Santander de Quilichao y por lo tanto me siento con autoridad para hablar. He presenciado algunas cosas que producen rabia y dolor. Por un lado, excesos cometidos por los indígenas, que por acción u omisión han permitido que pasen cosas nada aceptables, así sea bajo la bandera de luchar por sus reivindicaciones. Por otro lado, la indiferencia del presidente Duque, que amparado en su mantra de no negociar mientras persista el bloqueo, ha dejado crecer el descontento, dando una señal de indiferencia que, frente a su activismo con Venezuela, deja mucho que desear.

Por acción, la comunidad nasa, está intentando tomas de tierra en Santander de Quilichao en varios predios privados y uno del municipio, generando daños ambientales lamentables, como la tala de árboles con afectación a la fauna nativa, daños en bien ajeno con el destrozo de cercas y tanques de agua. Todo esto acompañado de numerosas explosiones de tatucos que mantienen aterrorizados a los vecinos.

Por omisión (prefiero pensar que por alcahuetería) se han producido ataques de francotiradores contra policías y atentados terroristas con moto y carro bomba, en Corinto y Caloto, así como el destrozo de parte de la banca en la vía Panamericana. Además, está todavía sin resolver el grave asunto de la explosión en Dagua que mató 9 indígenas y un estudiante de Univalle. Para el gobierno fue causado por los mismos indígenas, pero para los nasa fue un atentado criminal contra su organización.

 

A medida que pasan los días los huelguistas
aumentan su lista de reivindicaciones.
Ya están exigiendo hasta que se desconozca a Guaidó…

 

Por omisión también podría culparse al gobierno, aunque hay que reconocer el papel de la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez que se ha quedado hasta sin voz de tanto dialogar sin llegar a ningún acuerdo. Está muy bien que algunos congresistas hayan ido a exigirle a Duque que genere las condiciones inmediatas para que el diálogo prospere porque a medida que pasan los días los huelguistas aumentan su lista de reivindicaciones. Ya están exigiendo hasta que se desconozca a Guaidó…

Es una situación que no da para alargues porque estos hechos, por acción u omisión repito, están escalando y lo peor es que hay gentes exacerbadas, especialmente en Quilichao, que así no se atrevan a expresarlo abiertamente, están en contra de la minga porque se sienten lesionadas. Hay un clima de rechazo a todo lo que huela a indígena. Se les achaca a los nasa, de manera injusta, todos los males del pueblo quilichagueño. El vecindario inmediato a los predios invadidos se siente con toda razón víctima abandonada del Estado que no hace presencia en estos sitios. Tienen terror de perder sus viviendas y su tranquilidad. Inclusive se oyen voces más duras, de responder con armas si esos intentos de ocupación prosperan. Lo grave es que no se trata de grandes haciendas, como Jápio o la Emperatriz, sino de pequeños lotes urbanos.

Desconocer lo que está pasando en el Cauca es una torpeza muy grande de Duque. No se trata solo de esta minga, para la que existen razones a pesar de sus excesos, sino de la presencia de grupos armados, violencia contra líderes sociales, mafias y cultivos de uso ilícito por todas partes. El Cauca es otro polvorín, pero a diferencia del Catatumbo, está en el corazón del suroccidente colombiano. Así que ¡pilas! Señor Presidente y cuidado con los excesos, señores dirigentes de la minga.

www.margaritalondono.com

 

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