El agua es uno de los elementos más esenciales para la vida humana, y su disponibilidad y acceso adecuado se han convertido en un tema central en la agenda global. La crisis del agua es una realidad que afecta a miles de millones de personas, y el debate sobre si el agua debe ser considerada un derecho humano fundamental o una mercancía ha ganado importancia en las últimas décadas.
En el año 2025, se espera que la demanda global de agua supere el suministro disponible en un 56%, lo que plantea serios desafíos geopolíticos y sociales (World Water Council, 2021). Esta crisis se agrava en las regiones más vulnerables, donde más de 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF, 2021).
El acceso al agua potable y al saneamiento adecuado es vital para la salud y el bienestar humano. La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho al agua y al saneamiento como un derecho humano esencial en 2010, a través de la Resolución 64/292 (Naciones Unidas, 2010). Este derecho implica que todas las personas deben tener acceso a una cantidad suficiente de agua para el consumo, la higiene y el saneamiento, sin discriminación.
En Colombia, el problema de acceso al agua potable es grave. Según el Instituto Nacional de Salud, en 2023, el 15% de la población rural aún no tiene acceso a agua potable, y las brechas en el saneamiento son significativas, especialmente en las comunidades indígenas y afrocolombianas (Instituto Nacional de Salud, 2023). A nivel global, se estima que 1 de cada 3 personas no tiene acceso a servicios de saneamiento adecuados, lo que contribuye a la propagación de enfermedades prevenibles como la diarrea y el cólera (OMS/UNICEF, 2021).
Bogotá enfrenta actualmente una crisis hídrica que, si no se aborda con medidas contundentes, podría agravar la situación de escasez en la ciudad. A pesar de los esfuerzos para gestionar de manera sostenible los recursos hídricos, el crecimiento poblacional y el cambio climático están ejerciendo una presión sin precedentes sobre el suministro de agua.
En particular, se ha observado un aumento preocupante en el consumo de agua en los estratos 2 y 3, lo que refleja una tendencia insostenible que podría llevar a racionamientos futuros. El exceso en el consumo no solo aumenta la presión sobre las fuentes hídricas, sino que también plantea serios desafíos para la equidad en el acceso al agua.
Es fundamental que los hogares en estos estratos tomen conciencia de la necesidad de un consumo responsable. Esto incluye la implementación de prácticas cotidianas que reduzcan el desperdicio de agua, como la reparación de fugas, el uso moderado del agua en actividades domésticas, y la adopción de tecnologías que ahorren agua.
Sin embargo, la responsabilidad no puede recaer únicamente en la conciencia individual. Es necesario que las autoridades locales implementen políticas que incentiven el consumo responsable y que incluyan sanciones para aquellos que, a pesar de las advertencias, continúen con patrones de consumo excesivo. Las sanciones que van desde multas hasta restricciones en el suministro de agua para aquellos que no cumplan con los límites establecidos. Esto no solo promovería una cultura de uso responsable del agua, sino que también aseguraría la sostenibilidad del recurso para las futuras generaciones.
A los problemas de mentalidad de derroche se suman los actuales modelos económicos han promovido la privatización de los servicios de agua, bajo el argumento de que la gestión privada es más eficiente que la pública. Sin embargo, la evidencia empírica muestra que la privatización del agua ha llevado en muchos casos a un aumento de los costos y a la exclusión de los más pobres (Hall, Lobina & Motte, 2023). En países como Argentina y Sudáfrica, la privatización ha provocado protestas masivas debido al cierre de suministro a comunidades que no pueden pagar las tarifas elevadas.
En América Latina, la resistencia a la privatización del agua ha sido fuerte. En 2004, un referendo en Uruguay resultó en la prohibición constitucional de la privatización del agua, asegurando que el acceso a este recurso vital sea garantizado por el Estado (Hall et al., 2023).
Es fundamental que los gobiernos adopten políticas públicas que prioricen el acceso al agua como un derecho humano (sin desperdicio y derroche), y no como un bien comercial. En Colombia, la Defensoría del Pueblo ha impulsado leyes para garantizar este derecho, incluyendo el Proyecto de Ley No 047 de 2008, que establece que el acceso al agua es indispensable para la vida digna (Defensoría del Pueblo, 2023).
Las políticas internacionales también juegan un papel crucial. La reciente adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de las Naciones Unidas incluye un objetivo específico para garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos (Naciones Unidas, 2015). A pesar de estos avances, la implementación efectiva de estas políticas sigue siendo un desafío en muchas regiones del mundo.
En el caso específico de Bogotá, es vital que se implementen políticas que promuevan el consumo responsable en los estratos 2 y 3, acompañadas de campañas de educación y concienciación sobre la importancia de preservar este recurso. Además, se deben establecer sanciones para quienes no cumplan con las normas de uso racional, asegurando así la sostenibilidad del agua para toda la población.
El consumo responsable, la movilización social y la cooperación internacional son herramientas poderosas para defender el derecho al agua y asegurar que siga siendo un bien público, esencial para la vida y la dignidad humana.
Referencias
Defensoría del Pueblo. (2023). *Informe anual sobre el derecho humano al agua en Colombia*. Bogotá: Defensoría del Pueblo.
Hall, D., Lobina, E., & Motte, R. (2023). *The efficiency myth: Evaluating public and private water services*. Greenwich University Press.
Instituto Nacional de Salud. (2023). *Acceso al agua potable en Colombia: Desafíos y avances*. Bogotá: INS.
Naciones Unidas. (2010). *Resolution 64/292. The human right to water and sanitation*. UN General Assembly. https://www.un.org/en/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/64/292
Naciones Unidas. (2015). *Transforming our world: The 2030 Agenda for Sustainable Development*. https://sustainabledevelopment.un.org/post2015/transformingourworld
OMS/UNICEF. (2021). *Progress on household drinking water, sanitation and hygiene 2000-2020: Five years into the SDGs*. WHO. https://www.who.int/publications/i/item/9789240030848
World Water Council. (2021). *World Water Development Report 2021: Valuing Water*. WWC. https://www.unwater.org/publications/un-world-water-development-report-2021