El 12 de noviembre, en vísperas de irse, el alcalde de Yopal Jorge García firmó un contrato con un particular, entregándole dos lotes para que montara el parqueadero localizado frente al Hospital de Yopal.
El canon de arrendamiento fijado fue de $9.808.975 mensuales y de este valor el contratista descontará durante los primeros 50 meses, $6 millones mensuales, correspondientes a las mejoras de encerramiento y adecuación del terreno (tasadas en $304 millones). Los otros 10 meses paga el valor del arriendo más el IPC.
El argumento del alcalde Jorge Garcia fue que los lotes estaban a merced de terceros y era necesario adelantar mejoramientos de obras civiles como limpieza, cerramiento y estabilización del terreno entre otros, y el municipio no tenía los recursos.
Por eso el alcalde y su asesor de planeación decidieron entregar por 5 años los terrenos a Antonio José Gutiérrez Castro, sin convocatoria alguna y a espaldas de la ciudad.
Según el contrato 1546 del 12 de noviembre de 2015, el IDURY realizó el estudio técnico y financiero y determinó que las mejoras costaban 304 millones de pesos. En el mismo no se estipulan actividades ni items de los materiales. Es decir no hay un estudio técnico claro. Del contrato el municipio no va a ganar mayor cosa. El dinero pulpito será para el contratista y para quiénes están detrás de él.
Y del dinero restante que reciba el municipio deberán pagarse las reparaciones locativas a que haya lugar por el deterioro. Sin contar que se construirán 15 casetas para ventas de comidas y bebidas, cuyos arriendos costarán 300 mil epsos mensuales. El parqueadero que está funcionando tiene una capacidad aproximada para 200 carros y 500 motos. Si hacemos cuentas copando un 40 por ciento de su capacidad las cifras son jugosas: 80 carros por hora serían 120 mil pesos y 200 motos 100 mil pesos.
Es decir 220 mil pesos por hora. Pero supongamos que apenas le sacarían provecho a 10 horas diarias, la suma recaudada sería de 2 millones 200 mil pesos por dia. Multipliquemos por los 30 dias. El recaudo mensual sería de 66 millones de pesos, y no alcanzan a pagarle 4 millones mensuales a la alcaldía porque los otros 6 están contemplados en la inversión para las obras de adecuación que el contratista mismo está disfrutando para ganarse la millonaria suma.
Por esto el concejal Hayder Silva solicitó al municipio que aclare los alcances de este contrato nocivo para los intereses de la ciudad.
Además la Empresa de Energía de Casanare no autorizó el encerramiento porque por encima de los lotes pasa una línea de alta tensión que es peligrosa para esta operación comercial. Al mismo tiempo Planeaicón municipal ordenó que se suspendan las obras hasta tanto revise el contrato.
¿Qué va a pasar entonces si el encerramiento quedó suspendido y el contratista espera cobrar a partir del 1 de febrero tarifa plena en un parqueadero que no es cubierto, ni tiene pisos adecuados y que levantará más tierrero que este contrato firmado por el alcalde Jorge García Lizarazo?