El ex presidente de Bolivia Evo Morales no sólo denunció el robo de su teléfono celular, durante un acto político de su partido el pasado domingo. También declaró en sus redes sociales que, además del suyo, robaron otros dos aparatos, los de su asistente. Es decir 3 en total y que espera que este no sea un ataque planificado, aludiendo la presencia, en ese mismo evento, del ministro de Gobierno Eduardo del Castillo y su personal de seguridad.
Del Castillo dijo que “cada quien sabe qué contiene su celular”, por lo que el exmandatario no tiene por qué preocuparse. El exgobernante afirmó que no tiene “nada que ocultar”, pero que “denunciará cualquier intento de usar montajes o tergiversaciones en su contra”.
Desde hace un año Morales arremete contra las acciones del ministro del Castillo, a quien ha lanzado acusaciones de coordinación con la DEA e incluso llegó a pedirle su renuncia.
La policía desplegó un mega operativo de exhaustivo rastrillaje, con efectivos que incluso estaban de descanso, sin poder dar con los aparatos telefónicos.
No se confirmó si el equipo estaba protegido con una clave, por lo que existe temor de parte del oficialismo por posibles filtraciones de mensajes e imágenes de carácter privado y público que pudieran encontrarse en el mismo.