La esquizofrenia se define como un desorden mental caracterizado por comportamientos sociales anormales debido a una incapacidad para reconocer lo que es real. Algunos síntomas son creencias falsas, pensamiento no claro y falta de lógica en los argumentos.
¿Qué desequilibrio mental tendrán los hinchas que piensan tener el derecho a destruir monumentos y comercios simplemente porque están tristes por un marcador? Interesante que sí puedan sentir la tristeza de su equipo pero no el sufrimiento de los propietarios de las cosas que dañan. Debe ser que la falta de claridad mental los vuelve egoístas.
Los hinchas esquizofrénicos padecemos estos síntomas, entre otros:
— Vemos a los hinchas de otro equipo como diferentes y concluimos que podemos ser violentos porque ellos no son de los nuestros.
— Secundamos actos de vandalismo de hinchas de nuestro equipo mientras no se metan con nuestras cosas, pero que dañen carros y negocios de otros no importa.
— Dejamos que nuestro estado de ánimo dependa de qué tan bien le vaya a nuestro equipo.
— Sufrimos cuando nuestro equipo pierde porque creemos que eso significa lealtad.
Vaya y venga que un jugador o un técnico puedan estar decepcionados cuando pierden, finalmente de eso viven, pero que un hincha sufra y pierda el control con un simple partido es porque vive en una ilusión producida por creencias falsas.Y si en el fútbol hay creencias peligrosas ni hablar en las religiones.
Hay religiones que han promovido una visión de la muerte que genera miedo y desasosiego. Quienes estén aburridos de este enfoque depresivo y quieran conocer una mirada enriquecedora sobre la muerte, los invito a leer el nuevo libro Experiencias con el cielo escrito por la Dra. Elsa Lucía Arango.
Cuando uno tiene una presentación, se prepara. Cuando uno tiene una fiesta, se arregla. Cuando uno tiene un viaje, lo planea, compra tiquetes, reserva hoteles y averigua restaurantes. ¿Por qué para la muerte no nos preparamos ni arreglamos ni alistamos? Este maravilloso libro escrito por una gran persona muestra cómo, al contrario de lo que creemos, la muerte es una continuación de la vida y una invitación para agradecer, perdonar y vivir más felices. Pensar que en la muerte no hay paz es como pensar que debo estar triste cuando mi equipo pierde. Ambas son creencias falsas que terminan afectándonos.
La muerte puede ser un momento triste porque se acaba una presencia y un contacto al cual estábamos acostumbrados, pero al mismo tiempo es una lindísima etapa de la vida, tanto para quienes se van como para quienes se quedan, pero como poco conversamos al respecto ignoramos muchas cosas y por eso sufrimos. Evitemos contaminar a los niños con nuestros miedos. Por ejemplo, si le tenemos miedo a los perros, este es nuestro miedo, pero no tiene que serlo para nuestros hijos o ¿acaso queremos que dejen de disfrutar el cariño y la compañía de un perro solo porque nosotros les tenemos miedo? Esto sería egoísta. Así que aprendamos a hablar de la muerte de una manera constructiva para que los niños no sufran innecesariamente como nosotros sino que, al contrario, encuentren el valor de la vida a través de la muerte. Experiencias con el cielo es una guía para remover los velos de la ignorancia que generan miedo alrededor de este tema y es una invitación a conectarnos con aquello que nunca muere en los demás y en nosotros.2
Al igual que la muerte, ni el fútbol ni las religiones se van a acabar y no deberían hacerlo, pero ¿de qué nos sirve generar mucha unión y hermandad dentro de nuestro equipo o credo si esto se traduce en exclusión, arrogancia y violencia hacia los demás? Si nuestro entusiasmo por un grupo no genera solidaridad y compasión hacia los demás grupos, el fútbol y Dios pierden todo sentido, y de "guerras santas" sí que hemos sido y seguimos siendo (lamentablemente) testigos.
