El verdadero significado de la palabra Eternidad es fácil de entender cuando uno se enfrenta a un trámite de pensión con Colpensiones. ¡Todo se demora una Eternidad! Parece que hicieran con su lentitud un homenaje a nuestro nobel García Márquez que en una de sus mejores obras El coronel no tiene quien le escriba contó magistralmente lo que significa esperar respuesta a una solicitud de pensión.
Cuando con bombos y platillos nos vendieron la idea de que el mal estaba en el Instituto de los Seguros Sociales, creímos ingenuamente que si se liquidaba ese instituto y se creaba uno nuevo llamado Colpensiones, todo mejoraría. Por supuesto no fue así. Las cosas siguieron iguales, sino peores pues el acumulado de solicitudes sin resolver agravó la situación en el período de empalme, durante el cual ni el ISS resolvía porque ya se estaba liquidando, ni Colpensiones asumía los trámites heredados porque todavía el ISS no se liquidaba. Fue algo de Rippley.
Después vinieron los nuevos y flamantes directores de Colpensiones. Han pasado dos o tres, no recuerdo y no tiene importancia. Cada uno cuando se posesiona promete lo mismo: en equis o ye meses se pondrán al día con las solicitudes, pero no lo cumplen nunca. El año pasado la Corte Constitucional ante el acumulado de tutelas concedió un plazo perentorio, hasta el 31 de diciembre de 2013, para resolver los casos acumulados. Después aclaró que no se trataba de todos los casos, sino los de menores pensiones y los demás quedaban aplazados para este año.
Obedeciendo ese plazo Colpensiones se dedicó dizque a “resolver” las solicitudes de pensiones con monto mínimo. Muchísimas se resolvieron, es verdad, pero de ellas un muy alto porcentaje fue para negar el derecho, lo que significa aplazar el problema de nuevo, pues a quienes se las niegan, apelan o vuelven a presentarla con los requisitos faltantes.
En verdad esta es una vieja estrategia de la rama judicial que han adoptado otras entidades. Se trata de los llamados procesos de “descongestión” en los que contratan jueces, abogados y todo tipo de profesionales para que resuelvan solicitudes acumuladas. Y, ¿qué hacen? Las resuelven ¡negándolas! Con esto cumplen el término, pero empeoran el problema.
Colpensiones está en las mismas, su ejecución no es mejor a la del ISS, los trámites son igualmente lentos y el plazo dado por la Corte se cumplió de forma, pero no de fondo. Puedo decirlo con conocimiento de causa.
No se trata de utilizar este espacio para quejas personales, sino de dar testimonios creíbles. Desde el 2012 radiqué un derecho de petición y como no lo respondieron interpuse tutela que me fue concedida. Luego vino el plazo de la Corte, con el cual se suspendieron todas las tutelas. Y siete meses después del terminado el plazo de la Corte, todavía no hay respuesta a mi petición ni a mi tutela. De manera que he tenido que presentar un nuevo derecho de petición… Ahí voy.
De tanto hacer fila en las oficinas de Colpensiones me he dado cuenta de muchos otros casos. Una mujer, por ejemplo, lleva año y medio pidiendo que le consignen su mesada en un banco y todavía no ha podido que lo hagan. Un señor ha solicitado que le revisen su historia laboral desde hace más de dos años y todavía no le resuelven su petición. Cada que voy a la fila me entero de muchos casos similares que supongo son miles de miles de casos en todo el país.
Las personas pensionadas o en vía de hacerlo parecen olvidadas del Estado. Hay promesas de mejorar esta situación, pero eternamente se posponen soluciones como: No demorar en los trámites, no cobrar el 12 % sobre salud, incrementar la mesada al mismo nivel del salario mínimo, mejorar los sistemas de atención.
Estas expectativas no parecen tener doliente en el alto gobierno. Cambiar de nombre al ISS y de director de Colpensiones, no ha resuelto nada. Habrá que tener una paciencia infinita para esperar la eternidad de las soluciones que nunca llegan.
