Otra vez San José. Saldría más barato y menos problemático para la administración de esta ciudad que San José desapareciera, se la tragara la tierra, que dejara de existir, aunque al paso que vamos eso no está lejos de la realidad: están matando a San José.
Estas personas a las que han tratado como a cosas, llevan seis años sufriendo. Primero Juan Manuel Llano, después Jorge Eduardo Rojas y ahora Octavio Cardona, ninguno le ha dado el valor real de lo que esta comuna significa, solo la usan para pedir votos y después para poco o nada sirve.
Sobre San José se ha dicho, escrito y prometido mucho, pero la verdad es que muy pocos saben las realidades de lo que allí sucede. De 400.000 habitantes aproximadamente que tiene Manizales, es muy seguro que tan solo 50.000 conozcan la problemática de esta comuna: 25.000 que habitan allí y han sido paulatinamente desalojados y sufren las inclemencias del desplazamiento, y los otros 25.000 que son familiares de esas personas y uno que otro líder social y político que se interesó por estos asuntos.
Seguramente muchos de los que viven aún en San José, quieren hacer una "Estrategia del Caracol", hacer todo un plan, sacar sus corotos, llevar sus vecinos más queridos y reconstruir su vida en otra parte, pero con las mismas características, y decirle a la alcaldía y a los especuladores de suelo de la ciudad, “ahí tienen su hijueputa casa pintada”. Y no es para menos, una ciudad, un alcalde y un concejo que permite que sus ciudadanos y sus electores sean expropiados, desplazados y despojados de sus derechos, causa vergüenza.
¿Dónde quedó el respaldo del alcalde Cardona
con sus supuestos iguales de “clase social”?
¿Dónde quedó el respaldo del alcalde con sus supuestos iguales de “clase social”? Al parecer se le olvidó muy pronto al señor Cardona de dónde venía y a qué se había comprometido en campaña; ¿o fue que solo lo usó para cautivar unos cuantos votos y realmente terminó siendo otro traidor de “clase”?
Cinco meses de gobierno es muy poco para hacer juicios sobre su gestión, pero un botón basta de muestra para augurar crisis peores de las que hemos vivido. Porque un hombre como Octavio Cardona, que pasó por el Concejo, que fue uno de los mayores contradictores de los alcaldes en ejercicio y que hoy, cuando asume la alcaldía, pase proyectos de acuerdo para que esta corporación le de facultades especiales y así ellos no tengan nada que hacer, deja mucho que desear sobre su talante democrático. Porque no fue solo el acuerdo sobre San José, donde 17 de los 19 concejales votaron a favor, sino que en el plan de desarrollo también metió ‘micos’ y aquí 12 de 19 fueron los que votaron para no trabajar. Porque un concejo municipal solo debe cumplir con dos funciones: primero, aprobar o no aprobar proyectos de acuerdo y segundo, hacer control político. Pero en Manizales se aprueban proyectos de acuerdo para no hacer control político.
Y así es mi Manizales. Esperemos que la administración recapacite, le devuelva las funciones al Concejo para que los concejales cumplan para lo que fueron electos y velen por el respeto y la dignidad de sus representados con cada proyecto de acuerdo que aprueben.
@julianelpolit