Desde inicios del colegio, frente a la institución, el propietario de la finca pasando la vía Palocabildo Frías permitía que los estudiantes hicieran deporte en esos terrenos.
Con el tiempo al parecer fue adquirido por el colegio precisamente con ese objetivo estudiantil. Posterior la alcaldía de Hernando Gómez Reina, con apoyo de la gobernación del Tolima compraron la finca que con el tiempo fue sede de la escuela primaria actual y en donde se lleva a cabo el ejercicio democrático electoral testigo de la historia de este pueblo. Hoy también existe el megacolegio e igual en sus instalaciones no existe un buen espacio para prácticas deportivas.
La realidad de hoy es que sobre esos terrenos se construyó una cancha sintética, cuya inversión es del municipio y por supuesto hace parte del patrimonio de la comunidad estudiantil, que no goza de ella porque es administrada por personas que al parecer cobran el alquiler por horas. La pregunta popular es: ¿quién maneja los dineros, administración y beneficios económicos, que seguramente entraran a la tesorería municipal?
La polémica estudiantil indica que ese espacio es de los estudiantes del colegio y el rector espera que el alcalde la entregue porque los estudiantes no tienen escenarios deportivos.
Por otra parte en administración del exalcalde Mayer Aguirre se construyó un polideportivo en ese mismo sector, que costó al parecer más de dos mil millones de pesos, con el ánimo de que ese lugar fuera precisamente para los estudiantes y la comunidad.
El problema es que los nacederos que existen en el lugar convirtieron ese espacio, no en un elefante blanco sino en un mamut de cerca de siete años de olvido. Esa gran obra sirvió en alguna época para celebraciones de cumpleaños o días de la madre, y se dice que hasta para hacer política.
Mucho se ha dicho en las oficinas de la contraloría departamental y entes de control sobre ese tema, pero ya lleva algunos años abandonado y esperando seguramente la orden de demolición y pérdida económica para el pueblo, que advirtió a cortolima el problema, pero de todas maneras la obra se terminó.
Las controversias deben tener algún final feliz para la comunidad estudiantil; lo importante sería que tanto el alcalde como el gobernador del Tolima conversaran sobre el tema y concluyeran enviando expertos en aguas, de sí existe la posibilidad de rescatar una mamut que aún no ha muerto, se arreglen las inversiones y se le entregue al colegio la administración de los espacios que se necesitan para los estudiantes y sus instructores de educación física.
Es vergonzoso y aburridor que los estudiantes, maestros y rector tengan que estar detrás de otros escenarios deportivos de los barrios; por lógica esos escenarios son para los niños de los barrios y la gente los cuida para ese propósito y muchas veces deben negar su uso a los estudiantes con justa razón.
Por otra parte, se necesita la presencia del ministerio de los deportes en Palocabildo y de quienes están encargados de ese tema en las oficinas de la gobernación del Tolima, ya que existe mucho semillero de deportistas que hoy están abandonados a su suerte y pobreza, porque nadie los ayuda.
Los ciclistas por ejemplo deben realizar prácticas muchas veces en vías en mal estado y hasta sin señalización.
Estamos en épocas en las que se dice que el deporte hace parte de la formación estudiantil y se necesita mucha ayuda de quienes tienen el manejo de los recursos públicos para subsidiar a los deportistas de Palocabildo.
Todo lo que se haga en beneficio de los estudiantes y jóvenes para que hagan deporte y se olviden de otros temas que los perjudiquen serán bien venidos. Los escenarios deportivos fortalecen la educación del futuro de este municipio.
