Un tema muy sonado por estos días aquí en Tumaco es el de las famosas campañas políticas, esos actos y eventos donde los políticos conocen y saludan cálidamente a todos y cada uno de los habitantes. Con buenos modales y hermosas palabras tratan de convencer a la gente para que les den su voto, y todos se muestran como la mejor opción.
¿Pero será qué estas campañas políticas son distintas a todas las anteriores? ¿Será que ya desapareció para siempre la mala costumbre de andar desangrando a nuestra bella Perla del Pacífico, como acostumbraron las pasadas administraciones? Ojalá que los x o y candidatos postulados a la alcaldía de Tumaco 2017-2019, quieran y estén dispuestos a trabajar mancomunadamente para que se realice nuestro anhelado sueño de una Tumaco más equitativa.
La inversión y la gestión en el sector educativo es una de las tareas más urgentes. Algunos por ahí dicen que trabajan para que Tumaco se convierta en la más educada del Pacifico, como si la educación fuera una cuestión de competencia entre regiones y ciudades. Yo como estudiante de grado 11º de mi querida Institución Educativa Nueva Florida, estoy convencida que la educación debe impactar primero y positivamente nuestra calidad de vida y no andar preocupándose por el ranking en que nos encontremos a nivel nacional.
Una de las grandes preocupaciones de los jóvenes de Tumaco y particularmente de quienes nos encontramos en nuestros últimos años de escolaridad es la presentación de los exámenes saber 11. Considero que nuestro municipio debería estar más comprometido con la educación de cada uno de sus habitantes en especial con la población joven ya que somos el presente y el futuro de un pueblo que lucha a pesar de las adversidades de cada día cada día.
Lo normal es que en épocas de campañas todos los temas se politicen. Pero si en realidad les importara la política verdadera, deberían considerar la mejora del sistema educativo como su objetivo principal, y hacerlo realidad desde el primer día de su mandato. Nosotras y nosotros los jóvenes luchamos por sacar adelante nuestro proyecto de vida, pero nos resistimos a aceptar que la felicidad personal este separada del progreso comunitario de nuestra querida Perla del Pacífico.
Nos gustaría, por ejemplo, que la preparación para las Pruebas de Estado no fuera una inversión de los estudiantes y sus familias. Es muy triste que el futuro de nuestra educación dependa del valor agregado de cursos Pre-ICFES particulares, como si el acceso a la educación de calidad no fuera un derecho plasmado en la constitución. Pero señoritas y jóvenes de Tumaco, debemos resistirnos a aceptar que la injusticia educativa trunque nuestro futuro. Nuestra educación no es solo un deber de nuestras mamás y papás, sino un derecho político, y que como tal, los derechos se deben reclamar con dignidad y nunca pidiéndolos como si fueran limosnas.
La realidad en mi querida Tumaco, es que muchos de los jóvenes que estudiamos, lo hacemos con grandes sacrificios, en ocasiones nos toca irnos al colegio sin desayunar, e incluso en las horas del recreo vivimos a diario el no tener una moneda para comer algo, (si algo, porque la palabra algo siempre representa cualquier cosa). Nosotros los jóvenes tumaqueños reconocemos con orgullo los orígenes humildes y por otra parte la situación de pobreza de nuestros padres y mayores, la gran mayoría de ellos no tuvieron la oportunidad de ir al colegio y mucho menos de ir a la universidad, hoy, por tanto, no cuentan con un título universitario. A muchas de las madres les toca hacer de “padre y madre” para sacar su familia adelante.
Ya para terminar, me alegra que estén leyendo mis sencillas palabras. Les cuento que es común que a los estudiantes nos toque pagar los cursos Pre-ICFES. Esto es injusto, totalmente injusto. Se supone que la mejora educativa va a ser un bien, que genera un cambio para ganancia de todos. Pero resulta, que en muchos casos, las personas de más bajos recursos no podremos acceder. La inscripción para los exámenes vale unos 55 mil pesos y un curso de Pre-ICFES vale 250 mil. Hasta chistoso suena, qué vergüenza, aquí en mi país la educación se compra. Pero de todas maneras esperamos que un día no muy lejano esos costos de los exámenes sean asumidos por el mismo gobierno, pues al fin y al cabo, son ellos mismos quienes inventaron estos exámenes. Pero de todas formas es a nuestro dirigentes a quienes le pregunto hoy ¿permitiremos que cosas como estas sigan ocurriendo? ¿Dónde está el compromiso con la juventud tumaqueña?