Es increíble que un tipo como Jessi Uribe, que pareciera saber más de ganadería que de música, sea jurado del programa musical más visto en Colombia. Para este muchacho, cuyas canciones hacen ver a Maluma como Mozart, lo único que vale la pena ser escuchado es toda la música de cantina, la que escuchaban nuestros abuelos en medio de aguardientes y después borrachos le pegaban a sus mujeres. El año pasado pasaba algo igual con Pipe Bueno quien dejó claro que el estudio de los grandes compositores no era de él.
Pero al menos el año pasado Yo me llamo escogió otras opciones musicales como Janis Joplin, en este 2019 de nuestras desgracias le han bajado el pulgar a participantes que escogieron propuestas diferentes como Rammstein, Frank Sinatra o Ana y Jaime. Lo increíble es que no los escogieron argumentando tonterías pero todos sabíamos por qué Jessi Uribe y la señora Grisales lo hacían: simple y llanamente no los conocían.
Señores de Caracol, ¿de verdad tienen como criterio escoger a sus jurados solo por sus rostros, no importa que no sepan de música? Hagan una encuesta y vean que la gente no ve el programa por sus jurados. Si, habrá el guache que ame la música —si se puede llamar música— al esperpento que hace Jessi Uribe, habrá el excéntrico que todavía crea que Amparo aguante y que disfrute de su grosería y prepotencia, pero la gran mayoría de los que vemos el programa es porque esperamos ver allí a nuestros artistas favoritos. No señores, no todo es reguetón y cochinadas, también es válido darle cabida a otras tendencias. Es que lo de anoche fue indignante, ¿despreciar así a los muchachos que hicieron el dúo de Ana y Jaime? ¿De verdad no conocen la importancia de Ana y Jaime para nuestra música? ¿Son tan fascistas que creen que la música protesta no puede tener un espacio en su programa?
Dejaré de ver Yo me llamo por culpa de ustedes. Para escuchar reguetón y vallenato tengo Olímpica Stereo y demás mamarrachadas.