Traer una vida al mundo es uno de los momentos más emotivos e inolvidables de la vida de muchos padres y familias que reciben a ese bebe. Tras la llegada de estos pequeños empiezan las responsabilidades y una de ellas es ponerles los respectivos nombres, lo que en Colombia es una tarea bastante peculiar pues se han encontrado registros de personas que fueron llamadas de formas muy extrañas según la Registraduría Nacional.
Cuando los padres asisten a esta entidad con algún nombre que raya lo inusual en el mal sentido de la palabra los funcionarios de la Registraduría Nacional pueden abstenerse y no colocarlo. Así no haya límites en la libertad de cada progenitor de nombrar a su hijo.
Varios de estos nombres pueden atentar contra la identidad del menor y algunos ejemplos han sido: Miperro, Híbrido, Judas, Belcebú, Satanás, entre muchos otros. Un informe publicado en el 2021 explica que este tipo de nombres “podrían atentar contra la dignidad, la sana crítica y la objeción de conciencia”, también pueden generar bullying o matoneo en el futuro. Antes este tipo de hechos:
“No se niega la inscripción, pero sí, hay oposición a escribir en el registro notarial una expresión grotesca y ofensiva que de ninguna manera describe la personalidad o individualidad de ese menor, por consiguiente, se podría apelar a la objeción de conciencia que se encuentra claramente regulada en la Constitución Política” comunicó Rodrigo Pérez Monrroy exdirector de la Registraduría Nacional.
Los colombianos tienen la extraña costumbre de poner a sus hijos el nombre de artistas, deportistas o personas reconocidas. Además de nombres extraños o hasta graciosos.
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