Yo no sé si es impresión pero conocidos los resultados electorales un murmullo como de oración, que se mete en los bares, acompaña el tinto cotidiano, se une a los corrillos, entra a la sala de los hogares, recorre el país: “esto está cambiando”.
El hecho de que la confrontación electoral del pasado 27 de octubre fue un pulso por liderazgo en un país polarizado, que sufre un gobierno que cada día tiene menos reconocimiento entre la ciudadanía al igual que su mentor, no es un suceso menor.
Por eso los resultados de las elecciones señalan un cambio determinante en lo que tiene que ver con el poder político en el país: los partidos cada vez con menos identidad y reconocimiento quedaron muy mal en esta jornada electoral. El uribismo perdió en ciudades en las que parecía no podía perder y fueron las coaliciones las que dieron a muchos de los candidatos el triunfo que celebran.
Lo cierto es que el uribismo cada día pierde más presencia en el país y parece que muchos de los seguidores del senador están haciendo mutis de puntillas hacia otros lares políticos.
Hoy es difícil contar a los distintos protagonistas que salieron triunfadores en las elecciones pues con el ejercicio de las coaliciones no se sabe qué votación es de quién y todo fue a parar al mismo costal de los votos, eso dicen es la democracia.
Algo se quebró con los resultados del domingo, la gente decidió apartarse electoralmente del partido de gobierno, los independientes se afianzaron más y la paternidad de los triunfos logrados es discutibre: a pocos se les puede ver su origen debido a las coaliciones.
La gente joven se decidió a dejar las redes y salir a las urnas para elegir a otros jóvenes. Votó la gente afro y se alzó con la gobernación en el departamento del Cauca. Fue elegido como alcalde un desmovilizado y con esto se señala que con paciencia y perseverancia los resultados del acuerdo de paz, tan vapuleado, permiten que el voto lleve a las instancias de poder a las personas que participaron del proceso. También una indígena fue elegida en Silvia como la alcaldesa del municipio, mientras en el departamento de Sucre un joven fue elegido como alcalde del municipio de Ovejas.
Las miradas se centran ahora en lo que hará el presidente Duque para aprovechar las cifras arrojadas por la elecciones regionales y sacudirse un poco la influencia de Uribe, dar un viraje sincero hacia el entendimiento con los nuevos elegidos para que haya un poco de eso que se llama gobernabilidad y que hoy está cuestionada por un amplio sector de colombianos que constantemente saturan las redes con memes y mensajes alusivos a la influencia del ex presidente sobre el ejercicio de gobierno del señor Duque.
Yo no sé si es impresión pero conocidos los resultados electorales un murmullo como de oración recorre el país: esto está cambiando.