En entrevista con Las 2 Orillas, los dos comandantes destaparon sus cartas. En medio de sus respuestas, los dos líderes guerrilleros dejaron entrever sus concepciones sobre todo cuanto exige las Farc dentro del acuerdo de participación política.
Esto dijo Pablo Catatumbo:
“La paz no es cuestión de resolver la situación de personas o de organizaciones. No se trata de darles garantías electorales o curules a los dirigentes, se trata de lograr acuerdos que permitan iguales derechos y garantías para todos los colombianos sin excepción…esa es la esencia de la negociación”.
Sobre otro coro, más o menos con los mismos cantantes, que exige cárcel y castigo ejemplar para los jefes insurgentes que hoy están buscando la manera de hacer política sin el uso de las armas, Pablo Catatumbo no se mete en pantanos jurídicos. Es pragmático e irónico a la vez: “Yo no tendría problema en pagar unos años de cárcel. Pero, eso sí, ahí también tendrían que estar todos los generales de los últimos años, no pocos ex presidentes, ex ministros, embajadores, empresarios del campo y la ciudad, etc, etc”. Y remata el tema con una estadística que encontró hace poco, leyendo una biografía de Gerry Adams, el líder del IRA que encabezó los acuerdos de paz con el Reino Unido. Según el jefe rebelde, de 28 acuerdos de paz conseguidos en el mundo en los últimos 30 años, el 60 por ciento ha terminado con reformas a la Constitución que le han dado un vuelco político a esas naciones. Si la naturaleza de un conflicto es política, como en el caso de Colombia, la salida a éste no puede ser jurídica sino política”.
"La verdad, no me veo echando discursos ni siendo parlamentario. Ese mundo del Congreso me desagrada sobremanera. Preferiría poder dedicarme a la enseñanza, al mundo académico. Pero hago parte de la dirección de una organización y mis decisiones están supeditadas al bien general. Así que si toca, toca".
¿Dónde está el gran obstáculo para que las Farc entren de lleno a la política?
"La pepa del tema de participación política son las garantías y la pepa de las garantías es el desmonte definitivo del paramilitarismo. Respecto a las garantías, es increíble que, a pesar de ser norma constitucional, no haya hoy en Colombia un verdadero Estatuto de la Oposición. Y es un anacronismo que la fuerza pública todavía actué bajo la doctrina del enemigo interno, una doctrina que pertenece a los tiempos de la guerra fría. Es al amparo de ésa doctrina que hoy el paramilitarismo sigue siendo una realidad como lo ha sido en los últimos 30 años. Si el Estado no toma medidas radicales para desmontar a los grupos paramilitares, cualquier acuerdo al que eventualmente lleguemos sería letra muerta".
"Los otros dos puntos claves respecto a la participación política son la aprobación de una reforma que cambie el actual Sistema Electoral y que la oposición tenga acceso equitativo a los medios de comunicación".
Esto dijo Iván Márquez
Se ha levantado toda una polvareda política con la cantidad de propuestas que lanzan ustedes cada mañana desde La Habana…
“No sé por qué tanta estridencia. Las propuestas que hemos expuesto en La Habana son fundamentalmente una síntesis de los foros en los que participan organizaciones sociales, políticas y gremiales. También hemos tomado como insumos las conclusiones de los foros regionales organizados por las comisiones de paz de Senado y Cámara. Agréguele a eso nuestras propias elaboraciones, entre ellas la Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia. De la conjunción de todo lo anterior es que han salido nuestras propuestas. No creo que nuestro discurso esté siendo archirevolucionario. Estamos hablando apenas de propuestas mínimas. Las llamamos así para significar que no estamos planteando un programa radical. Lo que queremos es llegar a un entendimiento con el gobierno en la mesa de conversaciones alrededor de unos puntos que nos lleven a la terminación del conflicto. Vea usted que hombres como el ex ministro Rudolf Hommes han dicho que, si la paz depende de ello, él suscribiría ya mismo las propuestas contenidas en nuestra plataforma.”
¿Le han llamado especialmente la atención las posiciones de otros columnistas o dirigentes políticos o gremiales?
“Hay un alud de gente que ve con muchas posibilidades la construcción de un acuerdo y eso sucede por la sencilla razón de que no estamos proponiendo una revolución por decreto en la Mesa, como equivocadamente está pensando el presidente Santos. Lo que queremos propiciar es un ambiente para el entendimiento.”
¿Si no hay Asamblea Constituyente no hay paz?
“La Constituyente realmente es el espacio más idóneo para sellar el Pacto de Paz con el que han soñado los colombianos durante tantos años. Nosotros confiamos mil veces más en el constituyente primario que en poder constituido. El pueblo soberano es la autoridad legítima de la nación y nosotros nos someteremos a la voluntad popular, a lo que diga el pueblo en esa Asamblea Constituyente. Le aseguro que no es un capricho nuestro: la Constituyente es el camino a la paz. Algunos han argumentado que este no es un tema de discusión pactado en la Agenda, y eso fundamenta el no rotundo de la Delegación del gobierno; sin embargo, la esencia el Acuerdo General es la participación ciudadana como lo consigna el preámbulo. Pero además en el segundo punto referido a la participación política se incluyen “mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa, en los diferentes niveles y diversos temas”, que en la práctica es la definición de la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente. Y mencionemos además que el sexto punto cuando se habla de refrendación se deja abierto el concepto para que le demos la aplicación más conveniente. Más claro no canta un gallo.”
¿Piensan “refundar la república”, como tituló recientemente Semana?
“No debe olvidar el gobierno que se comprometió realizar reformas institucionales. Cito textualmente el siguiente ítem del tercer punto del acuerdo: -El Gobierno Nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales necesarios para hacer frente a los retos de la construcción de la paz-. Lo de la refundación de la república me parece una exageración del jefe de la delegación del gobierno y del propio presidente Santos. No! Lo que nosotros estamos pidiendo es que la letra muerta de la Constitución donde se reivindican los derechos, tome cuerpo, resucite en la vida diaria de los colombianos. Los derechos consagrados en la Constitución del 91 deben aplicarse a la realidad".
"Es más, si se está hablando del paso de la guerrilla a la política sin armas hay que discutir algunas cosas primero. Por ejemplo, una urgente y necesaria reforma al sistema electoral. Así como está, éste sistema es una trampa. Es que no se trata de la incorporación de la guerrilla al sistema político vigente. Hay que recuperar por ejemplo la descentralización participativa que tenía la Constitución del 91 y superar el contrasentido que existe entre los propósitos sociales de la primera parte de la Carta y las derivaciones neoliberales del resto de su contenido. Hay que cambiar las cosas, hay que preparar el terreno con reformas políticas y otras como la judicial, adecuarlo para que la guerrilla sienta confianza en la participación política directa. Y no solamente la guerrilla: queremos que todo el país participe. Que el pueblo haga parte de las decisiones estratégicas a nivel político, económico y social”.
¿Cómo se definiría la composición de la Asamblea Constituyente que ustedes proponen?
“Tiene que haber participación de la guerrilla, obviamente. Pero también de todos los sectores sociales, políticos y gremiales del país. Como decía nuestro comandante Jacobo Arenas, que los distintos sectores sociales del país elijan en eventos democráticos internos a sus voceros. De esta forma, habrá representación de los partidos, de los campesinos, las negritudes, los gremios, los sindicatos, los indígenas, los estudiantes, las mujeres, la población LGBTI. En fin, una representación que blinde a futuro el Acuerdo de La Habana para que no llegue mañana un presidente a pretender desconocer lo pactado.”
Todo lo que usted está diciendo hace parte de lo que algunos, incluso en el gobierno, han calificado como “los imposibles de las FARC”.
“No son ningunos imposibles! Recuerdo ahora un texto del académico Carlos Medina Gallego, profesor de la Universidad Nacional, quien, citando a Jorge Eliécer Gaitán, nos trajo esta frase extraordinaria del caudillo: -Lo imposible no es más que lo difícil visto por ojos donde no ha nacido la fe y ha muerto la esperanza-. Al gobierno de Colombia le hace falta más fe; tiene que creer más en este proceso de paz. Ser más arrojado, más resuelto. Tenemos la paz muy cerca, muy próxima! así que el gobierno debería dejar tanta prevención respecto a la participación popular en una Asamblea Nacional Constituyente. Esta será el escenario ideal para dirimir los desencuentros, los disensos; para resolver los pendientes o salvedades que por el momento están en el congelador a la espera de resolución. Y para deliberar sobre los cambios institucionales que definan el destino Colombia.”
¿Cuál es el sentido de su propuesta de aplazar por un año las elecciones?
“Generar una atmósfera favorable al proceso de paz. Pero parece que el gobierno no ha sabido leer correctamente nuestra propuesta. Cuando lanzamos esta iniciativa lo que queremos es generar un espacio para poder avanzar sin sobresaltos, sin los acosos de los tiempos electorales en la construcción del Acuerdo. Es muy molesto trabajar escuchando el chasquido del látigo del tiempo y de los ritmos. No podemos precipitar las cosas. Lo dijimos en Oslo: una paz mal hecha es peor que una guerra. La convocatoria a una Asamblea Constituyente puede incluir el aplazamiento de las elecciones. Un año para seguir el proceso y rematar el Acuerdo en una Constituyente. Así, al terminar sus labores en diciembre del 2014, la Constituyente convocaría a elecciones presidenciales y legislativas. Gana Santos, gana Colombia, y gana todo el mundo.”
Foto Portada: Minuto 30