En modo Plan Nacional de Desarrollo.
Por estos días se vienen desarrollando los Diálogos Regionales vinculantes al Plan Nacional de Desarrollo, presidido por el primer gobierno popular en cabeza de Gustavo Petro Urrego y la Vicepresidenta, Francia Márquez Mina. Son 50 diálogos regionales, distribuidos en macroregiones.
El Quindío está incluido en la región del Eje Cafetero. La pregunta que nos debemos hacer, para la inclusión del departamento del Quindío, en la visión del gobierno Petro, es: ¿Qué modelo de desarrollo debería apuntar el Quindío, en la visión de "Una Colombia potencia mundial de la vida"?.
Bien, teniendo en cuenta los tres pilares del Plan Nacional de Desarrollo; Paz Total, Justicia Ambiental y Justicia Social, el Quindío, por sus características biofísicas, encajaría perfectamente en el eje de Justicia ambiental.
Lo hace viable como potencia "biocultural", teniendo en cuenta que sus ecosistemas son sustentadores de vida. A través del aprovechamiento racional, la conservación y la recuperación permitimos que sean de calidad y cantidad suficiente, para que el territorio quindiano sea naturalmente vital y permita un desarrollo sustentable en la vida, previendo además los límites de su disponibilidad y las condiciones de agotamiento.
Los mínimos principios para que el Quindío sea una potencia biocultural deberían ser: ambiente para el crecimiento a escala humana; preservación de la biodiversidad de sus ecosistemas; prevención del riesgo de minería a cielo abierto; control al desmesurado aumento de la burbuja inmobiliaria y a la siembra indiscriminada de monocultivos; demostrándose científicamente que este tipo de "economías" agotan el agua en nuestro entorno natural.
Uno de los propósitos principales que debería quedar en el Plan Nacional de Desarrollo, para que el Quindío sea potencia en "biocultura"; es posibilitar la declaratoria de ¡Sujeto de Derechos Humanos! a todo su paisaje cultural verde esmeraldino.
Esto posibilitará la convivencia de sus habitantes con la naturaleza para así avanzar a niveles de "Justicia Ambiental" e incluso social, en una sociedad más productiva, solidaria, participativa y desarrollada con el equilibrio de la naturaleza.
Esto nos permite conocer los componentes y uso de nuestros ecosistemas y su biodiversidad para maximizar los beneficios sociales.
Una de las propuestas del gobierno nacional es hacer de Colombia "Una potencia mundial de la vida". Una de las potencias que posee este país son sus maravillas naturales, nuestro Quindío no es la excepción. Su paisaje verde esmeraldino, sus danzarinas cascadas, y el árbol nacional, la palma de cera, hacen de esta región una de esas maravillas.
Con lo expuesto anteriormente, nuestro departamento se vería expuesto a una avalancha masiva de turistas y esto significa que en el Plan Nacional de Desarrollo, debe quedar planteado un sistema de infraestructura que no afecte dicha maravilla natural de nuestro paisaje. Humildemente mi opinión como raizal de esta tierra pijao, es que se debería contemplar la posibilidad, construcción de todo un sistema de cables aéreos que atraviesen los municipios coordilleranos para de esta manera evitar una gran emisión de gases. También se permitiría un control más adecuado de visitantes a los municipios de mayor flujo turístico, permitiendo un turismo más responsable con nuestra riqueza "bionatural".
En el informe del Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, año 2004, se dijo que las tierras más fértiles para producir alimentos del mundo son las del Eje Cafetero. Hoy, el 90 por ciento de alimentos que consumimos los quindianos son importados de otras regiones y de países vecinos, según fuentes de la misma Secretaría de Agricultura del Quindío.
Pues bien, urge la necesidad de que se incluya al Quindío en el Plan Nacional de Desarrollo como una ¡gran! Despensa Agrícola lo que implica tener comida suficiente para autoabastecer nuestro mercado interno y de esta manera dinamizar nuestra economía campesina.
Ahora, si juntamos economía campesina y economía basada en un "bioturismo" responsable con los elementos naturales de nuestra región, contrarrestaríamos una economía depredadora y expoliadora, como la que se desarrolla actualmente en nuestra región que lo único que hace es atentar contra la justicia ambiental y social.
Conclusión: Es indispensable fortalecer la identidad territorial, reconociendo nuestra multiculturalidad y diversidad.
¡Desde nuestro Paisaje Cultural Cafetero esmeraldino, también construimos la paz total, hagamos del Quindío una Potencia Mundial de la "Biocultura".