Siempre se habla de ética, pero nunca se menciona un tema muy relevante como el secreto profesional, un tema que debe ser tocado en los diferentes ámbitos profesionales y por supuesto tenerlo presente en nuestro diario vivir.
El secreto profesional se aprende implícitamente desde los hogares, cuando en el núcleo familiar se instruyen distintos valores, los cuales enseñan a respetar la vida privada de otras personas para tener una buena convivencia.
Antes que nada, siendo actualmente personas que realizan sus prácticas laborales y futuros profesionales, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Desde luego, este es parte fundamental de llevar a cabo de manera correcta labores de relación laboral, que existen dentro de nuestra empresa o en ejercicio de nuestra profesión.
- Ciertas profesiones exigen un alto grado de responsabilidad y manejo confidencial de la información.
- En ocasiones se han visto comentarios en medio de polémicas desarrolladas en su mayoría en redes sociales, donde algunos usuarios atribuyen sus opiniones al derecho a la libertad de expresión la cual en el artículo 20 de la Constitución Política de Colombia, señala que:
“Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios de comunicación masiva”.
Sin embargo, hay que ser conscientes de la información que se va a replicar, porque puede perjudicar a algún tercero. Divulgar la vida privada de otra persona claramente no es lo correcto, ya que esta es la única que tiene el derecho a hacerla pública o mantenerla en privado si así lo desea. Pero desde hoy, deberíamos empezar a mantener en las informaciones brindadas dentro de nuestro campo, el artículo 74 de la constitución; teniendo en cuenta que existe esa ley referente a el secreto de profesión:
“el secreto de profesional es inviolable”, lo que impone el deber de reserva al profesional a quien se le confía y la oponibilidad de dicho deber a particulares y autoridades"
En los medios de comunicación sucede algo más delicado y es que el deber de los periodistas es informar; el problema es que cuando hay confidencialidad de por medio, por más que un comunicador tenga información sobre un tema relevante, si le pidieron no difundirla, debe hacerlo y es un tema que entra más en la moral de cada uno.
Y también, sabiendo que divulgando la información estaríamos expuestos a ser inhabilitados por meses. Es de vital importancia destacar que en cada contrato que realices, podrás revisar e identificar los compromisos de secreto profesional y cesión de derechos que este conlleva.
Siendo así, en la vida es tan importante ganarse la confianza de las personas, porque eso habla bien de lo que eres tú. Si alguien puede ver en ti a una persona exclusiva para contar algún secreto, debes saber manejar esa información y no compartirla a terceros por ningún motivo, sin pleno consentimiento de esa persona.
La confianza depositada, se debe respetar.
Por ejemplo, hay muchas amistades que rompen los lazos por discusiones, entre otras situaciones y difunden información íntima que genera rumores, agresiones verbales y demás actitudes y acciones que afectan la dignidad de la persona, quien a raíz de las humillaciones puede llegar a atentar contra su vida.
Uno de los casos en que este tema causa controversia, es en el del VIH; el profesional de la salud se encuentra en obligación de informarle al paciente el diagnóstico al realizarle las respectivas pruebas, pero asimismo, deberá informarle que se debe notificar la presencia de la enfermedad a su pareja. No obstante, muchos pacientes se niegan por temor a la respuesta que vayan a recibir, en este caso el profesional de la salud se encontrará en la obligación de persuadir a la persona, ya que un tercero se encuentra involucrado y este podrá tomar acciones para no contraer la enfermedad.
Con todo esto, llegamos a la conclusión que, un verdadero profesional, acatará las súplicas que haga una tercera persona sobre algo que le confió y no quiere que se haga público.
