Colombia está sufriendo una fuerte ola de calor, debido al fenómeno del niño que ha producido incendios en varias partes del país, no obstante, son los cerros de Bogotá los que se han convertido en centro de preocupación. Y es que se han identificado varios puntos y focos de riesgo de incendios forestales, que no solo van consumiendo zonas verdes, también deterioran bastante el aire. Para el miércoles 24 de enero se reportaron 5 incendios:
Gran esfuerzo humano ante el poder de la naturaleza.
— Alcaldía de Bogotá (@Bogota) January 23, 2024
Cientos de personas desde diferentes sectores le han puesto alma, vida y corazón a apagar el incendio de los Cerros Orientales de Bogotá.
¡Gracias, héroes! ❤️💛
Imágenes: @PoliciaColombia pic.twitter.com/lvneNQALCq
- En la quebrada La Vieja: estaba 80% controlado, todavía hay dos puntos activos
- Cerca al relleno Doña Juana: el incendio está activo, pero controlado.
- Cerro del cable: estaba 30% controlado, se hicieron 27 descargas de agua durante la tarde.
- Humedal Tibanica: estaba 95% controlado.
- Barrio Timiza, en Kennedy: se presentó una quema, pero ya fue controlada.
El arbusto que propaga el fuego en los cerros de Bogotá
Aunque algunos incendios han iniciado por las altas temperaturas, otros han sido por fogatas mal apagadas y quemas, además, existe otro factor que no ayuda mucho. Un arbusto de origen europeo es uno de los causantes de la rapida propagación del fuego, se trata del retamo espinoso, y, por sus características expande las llamas.
Es un arbusto denso con hermosas flores amarillas y largas espinas que resultan dolorosas al entrar en contacto con la piel, incluso, son tan comunes que es seguro que quienes han caminado por lo cerros orientales los hayan visto al menos una vez. Las semillas del arbusto contienen aceite que sirve como combustible para propagar el fuego en la montaña, mientras que sus largas raíces propagan el fuego bajo tierra.
En la década de 1950, a un funcionario del Acueducto de Bogotá se le ocurrió la idea de enterrarlo en los cerros de la capital para evitar la erosión y crear una cerca natural. Pero, como suele ocurrir con algunas especies exóticas, el tratamiento fue peor que la enfermedad en sí. Hasta los bomberos ya conocen de sobra este tipo de planta con la que se ha luchado por muchos años.
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