En el marco de las negociaciones que tienen lugar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) en Dubai, nos encontramos en un momento crucial para la comunidad internacional, donde se decide el futuro de los recursos públicos y privados destinados a financiar todas las acciones relacionadas con el cambio climático, así como el detalles de los compromisos de los países desarrollados para proporcionar financiamiento climático a los países de economías emergentes.
Cuatro puntos clave destacados en la agenda de la COP:
-Evaluación del progreso desde el Acuerdo de París 2015:
A mitad de camino hacia la consecución de los objetivos climáticos fijados para 2030, la COP28 acogerá un "balance mundial" para medir en detalle los avances, identificar las áreas en las que se ha fracasado y revitalizar el compromiso para garantizar que las promesas climáticas se conviertan en acciones.
-Operatividad del Fondo de Pérdidas y Daños:
Definir el esquema operativo del fondo de pérdidas y daños, que ayudará a compensar a los países vulnerables que enfrentan pérdidas y daños causados por el cambio climático.
Acuerdo histórico para una “transición” lejos de los combustibles fósiles
-Metas Cuantificadas para la Financiación del Riesgo Climático:
Establecer metas cuantificadas en relación con la financiación del riesgo climático, con el objetivo de garantizar recursos adecuados y sostenibles para afrontar los desafíos presentes y futuros.
-Establecimiento de Metas para los Riesgos Relacionados con la Adaptación:
Definición de metas claras en cuanto a los riesgos relacionados con la adaptación, reconociendo la necesidad de acciones específicas para enfrentar los impactos del cambio climático.
Durante las negociaciones, se ha anunciado un acuerdo entre agencias multilaterales, bancos de inversión y bancos de desarrollo en diversas regiones del mundo. Según lo explica Gerardo Herrera, líder de riesgos de Marsh Latam: “Este acuerdo busca expandir las cláusulas especiales de deuda conocidas como "cláusulas de resiliencia climática". Estas cláusulas permitirán que, en caso de desastres naturales de gran impacto, las obligaciones de la deuda cesen temporalmente. Esta medida facilitará la canalización de recursos hacia las necesidades inmediatas de la comunidad afectada, promoviendo la resiliencia climática en los países emergentes”.
Otro aspecto importante, es el compromiso de la industria de seguros en la lucha contra el cambio climático. Se destaca la necesidad de utilizar la experiencia en gestión de riesgos para facilitar el flujo de capitales destinados a acciones que transformarán nuestro estilo de vida. La participación activa de la industria aseguradora se considera crucial para proporcionar incentivos que impulsen los grandes proyectos de transformación operacional y de protección, necesarios para la transición hacia prácticas más sostenibles.
Además, se resalta la importancia de desarrollar productos innovadores, como los seguros paramétricos, que serán fundamentales para llegar directamente a aquellos afectados en momentos críticos. Estos productos ofrecen una solución eficaz para respaldar a productores agrícolas y ciudadanos comunes que enfrentan pérdidas debido a eventos climáticos extremos, permitiéndoles reconstruir y fortalecer su resiliencia ante el cambio climático.
Marsh McLennan considera que estos avances demuestran un compromiso global con la construcción de un futuro sostenible y resiliente frente a los desafíos del cambio climático. Como organización afirman su compromiso para seguir trabajando incansablemente en estas estrategias para lograr resultados significativos y tangibles en beneficio de nuestro planeta y las generaciones futuras.