Los dos últimos grandes músicos que quedan vivos de La Fania, Willy Colón y Rubén Blades, no se pueden ver ni en pintura. Los contrastes que a veces pone la vida. Desde que arrancó la pandemia tres de los integrantes del dream team de la salsa desaparecieron: Johnny Pacheco, director, Larry Harlow, el judio maravilloso y ahora Roberto Roena quien nos acaba de dejar a los 81 años en Puerto Rico, su país. Lo impresionante es que parece ayer cuando estos monstruos paralizaban al mundo con sus presentaciones. En los últimos años se fueron Cheo Feliciano, en un extraño suicidio en su carro, Ismael Quintana. En décadas anteriores, en los noventa, se fueron Hector Lavoe a los 46 años, que aún lo seguimos llorando y Santos Colón en 1998.
Para detener un poco el dolor porque la salsa se nos está yendo sería bueno recordar el momento cumbre de La Fania cuando tocaron en 1973 en Zaire junto a una leyenda del rock como Jorge Santana. Nada cura más que un baño de nostalgia:
