Soy estudiante de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de Pamplona y veo pertinente publicar este artículo, esperando que ojalá esos pocos, poquísimos, estudiantes recapaciten y si no lo hacen, por lo menos comprendan que lo están haciendo mal. Llegó la hora de dejar la violencia y entrar al ruedo con argumentos y diálogos. La verdad, estamos cansados de ustedes, señores.
Cuando se firmó el acuerdo de paz con las Farc estuve muy esperanzado, por fin dejaríamos la violencia y solucionaríamos nuestras diferencias con el diálogo y el debate. También pensé que con ello ya no tendría sentido hacer tropeles, si las guerrillas se dieron cuenta de que la vaina no era por la vía armada los anticapuchos de la Unipamplona, desde una postura crítica, tomarían también esta vía. Pero no, siguen los tropeles, sigue la violencia, sigue la destrucción de las sedes de la universidad.
Me he tomado la tarea de leer sobre sus posturas, también sobre por qué deciden hacer ese tipo de cosas. No he encontrado ni una razón justificable. Estoy seguro de que ellos están en una posición errada. De hecho, me atrevo a decir que, en dado caso, de hallarles la razón, hasta me integraría a su colectivo.
Al indagar lo que encontré entre sus argumentos fue “es que yo quiero clase” o que “me están violando el derecho a la educación”. Incluso el rumor de la gente cuando hacen algo ellos es que “no son la causa del problema sino una consecuencia”, es decir que ellos hacen eso porque la situación los obligó a tomar esas medidas. ¿A lo bien?
Eso me hace creer que en realidad la formación de dichos estudiantes es muy baja, ni ellos entienden las causas históricas de lo que hacen o por lo menos una buena cantidad de ellos no sabe ni qué hace y en su pensar se cree la mentira de que está luchando por proteger los intereses de la universidad.
Soy un estudiante que asisto a cuanta asamblea hay, con postura crítica, aunque reconozco que no la expreso, y siento al igual que alguna minoría de estudiantes que hay algunas cosas que no comparto de este cese/paro, entonces creo que en algo coincido con los señores anticapuchos. Por eso tomé la decisión de activarme políticamente y cada vez que hay una problemática de educación investigo, analizo el panorama local y nacional, escucho las posturas, ayudo a construir y a criticar... en fin, hago cuanto sea necesario para que cada vez se hagan las cosas por las vías del diálogo, reuniendo diferentes posturas y transformando la lucha, avanzando.
Invito a esos estudiantes (que son solo el 0,1% de la población estudiantil) a que reflexionen, a que se den cuenta que un tropel jamás va a solucionar nada, que, por el contrario, hace más difícil que los estudiantes crean en la lucha por una mejor universidad. Dejen de decidir por todos, organícense, hagamos las cosas diferentes, así seguro venceremos a los que tienen el poder y plata, claro está.
