La historia no es nada nuevo. Un extranjero -preferiblemente de algún próspero país primermundista- conoce una sensual colombiana por medio de las nuevas tecnologías. El hombre empieza a hablar con ella todos los días. La relación se vuelve algo más serio y el hombre decide viajar al país del trópico. Es ahí cuando se da cuenta que todo era una mentira, que a la mujer lo único que le interesaba de él era el dinero que ya le dio y que no tiene forma de recuperar.
Esto es lo mismo que sucedió entre el estadounidense Brian Harrington y la barranquillera Paola Ariza el año pasado. En esa ocasión el hombre le había girado a la modelo el equivalente a 6,2 millones de pesos, dinero que ella utilizó en viajes de Uber y todo tipo de gastos de su día a día. La historia en esa ocasión se hizo viral y la modelo ganó el apodo de "la pela viejo". Lo más increíble de todo es que tiempo después a ella la vieron en una discoteca con otro extranjero bastante mayor y a él se le vio en redes sociales con otra joven y sensual colombiana sentada sobre sus piernas en una foto.
Ahora es el español Daniel Blanco quien protagonizó esta triste historia. Sin embargo, en esta ocasión fueron 54 millones de pesos los que fueron robados. Según cuenta el hombre conoció por Tinder a una bumanguesa que le aseguró una relación sentimental y una empresa cuyo montaje exigía tal cantidad de dinero. La identidad de la mujer, que no ha sido revelada por medios de comunicación, es todavía un misterio. Lo que se sabe es que el hombre, después de renunciar a su trabajo en Barcelona, viajó a Colombia el pasado mes de noviembre y recorrió varias ciudades del país en su compañía. Ahora deberá regresar a su país porque la visa de turismo ya se le venció. Solo alcanzó a denunciar a la mujer por estafa.
Seguramente hay otros casos como estos que no salen a la luz. Si bien es cierto que estos hombres son muy confiados, no puede desconocerse que estos casos hablan muy mal de nuestras mujeres. Entre más historias como estas salgan a la luz, con seguridad más precaución tendrá cualquier otro extranjero antes de dejarse seducir por una colombiana en redes sociales. Lamentable situación.