Estados Unidos y Colombia tienen en este momento en sus respectivos congresos dos proyectos de ley para prohibir el fracking y avanzar en la transición energética, lo cual será central en los debates de ambos países en 2021. Estados Unidos entrará este 20 de enero a una nueva era de política nacional e internacional del cambio climático y la transición energética justa, cuando se posesionen el presidente Biden y la vicepresidenta Harris, elegidos con más de 77 millones de votos.
La pregunta no es si Estados Unidos prohibirá el fracking y regresará al Acuerdo de París sobre cambio climático, sino cuándo lo hará. Por un lado, el 31 de enero de este año se radicó el proyecto de ley federal para prohibir el fracking en todo Estados Unidos, de hecho; los estados de Nueva York, Vermont, Maryland, Oregón y Washington ya lo prohibieron. Esto está directamente relacionado con la lucha contra el cambio climático, porque el fracking, una de las formas de explotación en yacimientos no convencionales de hidrocarburos, tiene fuertes impactos climáticos al causar emisiones de metano, potente gas de efecto invernadero. Además, la explotación en yacimientos no convencionales genera profundos daños ecosistémicos que limitan la capacidad de los territorios de recuperarse de eventos climáticos como sequías, inundaciones, ciclones y otros. Por el otro lado, Biden anunció que en su primer día como presidente de Estados Unidos regresará al Acuerdo de París sobre cambio climático. Ya varios líderes mundiales han expresado su júbilo por el regreso de este país al esfuerzo mundial de lucha contra la crisis climática.
Igualmente, en el Congreso de Estados Unidos se radicó el Green New Deal (Nuevo Pacto Verde) que propone cambios estructurales en el modelo energético de este país, lo cual, según el proyecto, generaría oportunidades de empleo, de formación técnica y desarrollo tecnológico. Esto hace parte de una tendencia global de transición energética justa. Así, en Europa ya fueron aprobados el Pacto Verde Europeo y la Ley Europea del Clima. En Europa también se prohibió o declaró moratoria del fracking en Francia, Bulgaria, Holanda y Reino Unido. España está a punto de prohibir el fracking en el artículo 8 de su nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en ciernes de cumplir con todo su trámite legislativo. Esto muestra, además, la unidad de materia entre la lucha contra el cambio climático, la transición energética y la prohibición del fracking.
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En Europa se prohibió o declaró moratoria del ´fracking´ en Francia, Bulgaria, Holanda, Reino Unido, y España está a punto de prohibirlo
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¿Cómo responderá Colombia al contexto mundial de la crisis climática y la transición energética? ¿Colombia insistirá en el modelo de la dependencia de los hidrocarburos, que hemos visto fallar en países comparables y en municipios petroleros, donde quedó la contaminación y las promesas del desarrollo nunca se cumplieron? ¿Escucharán los y las líderes a la mayoría de la población colombiana (92 %) que está preocupada o muy preocupada por los temas ambientales, según la encuesta realizada por el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Universidad de los Andes?
De hecho, Colombia ya tiene un proyecto de ley acorde a las tendencias mundiales y que responde a la preocupación ciudadana por la crisis ambiental que vivimos y que se profundiza con la explotación de combustibles fósiles en yacimientos no convencionales. Estos últimos son muchísimo más difíciles de extraer que los convencionales, por lo que implican riesgos y costos energéticos, sociales y ambientales excesivamente altos que la sociedad colombiana no debería tomar en tiempos en donde la crisis climática comienza a manifestarse: recordemos que la pandemia actual es fruto de la degradación ambiental. Se trata del Proyecto de Ley 336 de 2020 radicado en Comisión V de la Cámara de Representantes, firmado por 41 congresistas de seis partidos políticos y construido con la Alianza Colombia Libre de Fracking, que cuenta con la participación de comunidades de diversas regiones del país, y un robusto equipo de profesionales de muchas áreas (geología, ingeniería de petróleos, biología, ecología y varias ciencias sociales, entre otras).
Este proyecto de ley toma como base la definición de Yacimientos No Convencionales que construyó el Ministerio de Minas y garantiza la continuidad de la explotación de los yacimientos convencionales en el país, pero de forma que contribuya a poner en marcha una transición energética eficaz y justa para los trabajadores de la industria petrolera y para todas las regiones del país que no disfrutan de la energía como un derecho. Colombia, por lo tanto, tiene una oportunidad histórica de comenzar a debatir en el Congreso de la República, de forma pública y plural asuntos de la mayor trascendencia nacional de las actuales y futuras generaciones, con base en una propuesta robusta y construida de forma participativa.