Un acuerdo entre ambos países genera controversia sobre derechos humanos y seguridad.
El gobierno de Estados Unidos ha acordado pagar 6 millones de dólares a El Salvador por el encarcelamiento de unos 300 presuntos miembros del Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano, durante un año. El pago forma parte de las medidas contra organizaciones criminales latinoamericanas, y surge después de que el Departamento de Estado designara al Tren de Aragua como una "organización terrorista global" el mes pasado.
Según un memorando del Ministerio de Exteriores salvadoreño, “la República de El Salvador confirma que albergará a estos individuos durante un año, en espera de la decisión de Estados Unidos sobre su disposición a largo plazo.” Este acuerdo es el último capítulo en una serie de acciones de seguridad entre ambos gobiernos.
El presidente Nayib Bukele había ofrecido anteriormente albergar "criminales peligrosos" de cualquier parte del mundo, como parte de su campaña contra las pandillas. Sin embargo, la medida ha sido fuertemente criticada por grupos de derechos humanos, quienes señalan la posibilidad de abusos y torturas en las cárceles salvadoreñas.
El Tren de Aragua, acusado de actividades ilícitas como el tráfico de drogas, lavado de dinero y tráfico de personas, es responsable de un incremento de la violencia en América Latina. La comunidad internacional sigue observando de cerca las implicaciones de este acuerdo, tanto en términos de seguridad como de derechos humanos.
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