Estados Unidos no quiere a Maduro, pero sí a otros violadores de derechos humanos

Estados Unidos no quiere a Maduro, pero sí a otros violadores de derechos humanos

El país del norte es un estado hipócrita, que juega a sus intereses económicos y militares. Poco o nada le importa el pueblo venezolano

Por: ARIEL ALBERTO QUIROGA VIDES
febrero 04, 2019
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Estados Unidos no quiere a Maduro, pero sí a otros violadores de derechos humanos

En mi adolescencia me dejé, como una serpiente a su flautista, ilusionar por el mensaje del socialismo del siglo XXI. Tal vez no entendía la complejidad de sus fórmulas macroeconómicas, ni las diferentes gráficas que debían aplicarse para que ese mundo de igualdad y equidad pudiese ser posible, pero sí entendía algo: el tono fuerte y emocionante de Hugo Chávez cuando gritaba “fuera gringos de mierda” y miles de almas nos levantábamos de nuestras sillas a decir “fuera hpssss”.

Soy colombiano pero viví un tiempo en Maracaibo, sobre todo en esa época en la que el chavismo era el faro de integración de América Latina, pues había logrado unificar a muchas naciones respecto a un proyecto común de mercado y soberanías nacionales que no aceptaban interferencia de los señores gringos.

En aquellos años no importaba la alharaca de Georges W. Bush denunciando a Chávez en todos los medios como un dictador de una republiqueta. Nadie le prestaba atención, pues estaba fresco en la memoria que él y Colin Powell se habían inventado unas armas de destrucción masiva en Irak para invadir y adueñarse del petróleo de la que en la antigüedad fue la cuna de la sabiduría (Bagdad), y hoy destruida por los bárbaros del siglo XXI (frase de Enrique Dussel). En aquellos años teníamos a un Trump más sofisticado en el verbo, pero igual de irracional en las formas y no se sabe si en el fondo, toda vez que no andaba con juegos a la hora de invadir, con la ya aburridísima frase gringa tan usada cuando quieren saquear a un país víctima “les traemos libertad y democracia”.

Les dejaré claros a los admiradores de Jaime Bayly, Paloma Valencia y, quien quita sin saberlo, hasta del general Trujillo lo siguiente:

1) Reconozco que la economía venezolana está mal dirigida.

2) Maduro debe salir del poder.

3) Eso no lo tiene que imponer Estados Unidos ni ninguna fuerza extranjera, eso depende del “Bravo Pueblo” (frase esencial del himno venezolano).

Sin embargo, es necesario recordarle a mi gente linda de Colombia, a esa gente que coloca en su casita de barro la foto de un político que nada tiene que ver con sus necesidades más básicas y que no cambia el canal de la Rosa de Guadalupe y el noticiero de RCN, como también a mi gente linda de las universidades e incluso ya profesionales, que la hipocresía a todos nos causa úlceras emocionales, e incluso a aquellos que la practican como un desliz piadoso ocasional. Si en esto estamos de acuerdo, entonces, ¿por qué hay muchos alegres porque Trump en cualquier momento (según como se levante el mono) atacará Caracas y con eso sacará al dictador Maduro de Miraflores?

Claro, Maduro es un dictador, en eso no tenemos controversia, y que el gobierno de Estados Unidos considera que es un elemento negativo para Venezuela, en esto estamos de acuerdo, pero… ¿por qué los gringos de la administración Trump quieren sacar a Nicolás Maduro incluso con el poder de los marines (todos lo sabemos) pero no son tan gritones frente a otros dictadores que podrían ser peores?

La respuesta es la siguiente, porque el Estado norteamericano es hipócrita y solo persigue sus intereses económicos. Hay que ser inocente o sufrir de pendejismo intelectual para no aceptar esta presunción iuris et de iure, pero bueno, si no me creen agarren celular, compren un paquetico de datos de mil pesitos y empiecen a googlear.

Estados Unidos es aliado estratégico del príncipe heredero de Arabia Saudita, el mismo en cuyo gobierno se descuartizó vivo al periodista opositor Jamal Khashoggi. Este crimen se llevó a cabo nada menos que en el consulado saudí en Estambul. Además de ello, este régimen es autor de unas de las represiones más brutales en contra de los activistas, por la misma razón Canadá les criticó estas prácticas y su embajador fue expulsado del reino el 06 de agosto del año 2018. No vemos a Trump reclamando democracia y libertad, o queriendo llevarla al pobre pueblo saudí.

Rodrigo Duterte, aunque un señor un poco impredecible y que llama a matar a cuanto fumador de mariguana hay en las calles de Manila, no deja de ser un aliado de los señores del norte. Es deber decir que Duterte a poco más de un mes de haber asumido el poder, ya llevaba más de 1.000 muertos por la guerra contra las drogas, pues, literal, la orden es matar sin preguntas a quien consuma o venda alucinógenos. No escuché a Obama o Trump amenazando con llevar libertad y democracia, ni siquiera cuando este personaje amenaza con no comprarles armas.

Cómo no hablar de Israel, una nación con un gobierno criminal, que solo hasta noviembre de 2018 algunos medios de comunicación publicaban que habían asesinado por lo menos 52 niños palestinos. Aparte de que cada día se apropia ilegalmente de esa nación, pero ¿dónde está la bienaventurada intromisión norteamericana? ¿Por qué Trump no defiende con su democracia y libertad a Palestina? Claro, Israel es un aliado de Estados Unidos.

Mirando hacia atrás, nos encontramos con Pinochet, el criminal de Chile con amplios afectos en Washington; Trujillo, en República Dominicana, que mandaba como un finquero en su parcela y que además de asesinar a compatriotas, se atrevió a masacrar casi 9000 haitianos en 1937, en la conocida masacre del perejil. En esa misma línea, cómo olvidar a Somoza en Nicaragua y Batista en Cuba, todos unos violadores de derechos humanos, y para esas épocas, ya Estados unidos exportada “libertad y democracia”.

No debe quedar duda que a Trump y a su pandilla lo que menos les interesa es la democracia y la libertad de Venezuela, pues si Maduro fuera de derechas y un gobierno satélite de Estados Unidos, como el de Colombia o Brasil, seguramente nada de amenazas de “libertad y democracia”, pues yo nunca escuché a Bush u Obama amenazar a Uribe para que tomara cartas en el asunto respecto a las masacres paramilitares (y dejo ahí porque o me quito la camisa o me agarran a garnatadas). En esa misma medida pasaría con un Maduro de derechas, recibiría ayudas “humanitarias”, felicitaciones y todo lo que un amo da a un buen cachorro.

Tan seguro estoy de la nada confiable política exterior gringa, que afirmo que si el líder de Corea del Norte fuese aliado de Estados Unidos, poco o nada les interesaría las violaciones de derechos humanos de Kim Jong Un.

Así que sincerémonos, Estados Unidos es un estado hipócrita que juega a sus intereses económicos y militares, y un reverendo pepino le importa el pueblo venezolano, por lo tanto, debería asumir una posición que aunque discutible por lo menos sea coherente.

Para terminar debo aclarar que mañana me envuelvo en la bandera de Suazilandia y me autoproclamo rey, pues pronto empieza la fiesta de las vírgenes.

 

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