Hoy el mundo suma 1.380.000 contagiados y más de 78.000 muertos por el covid–19, el planeta se encuentra ya en una grave crisis económica, social y militar. EE. UU. foco de la pandemia con 11.781 muertos, y donde la mayoría de sus ciudadanos desaprueba la gestión de Trump frente a la crisis; anuncia que adecuará cementerios en los parques. En Ecuador, otro foco de la crisis, con las morgues desbordadas y la indolencia genocida del presidente Moreno, afronta la pandemia con la fabricación de cientos de ataúdes de cartón para los cadáveres hacinados; el virus se salió de control.
Hoy son más de 18.000.000 los nuevos desempleados en el mundo. En EE. UU. 10 millones de personas han sido despedidas de sus trabajos en una semana, sin otorgarles indemnización alguna, y el mundo se alista para una Gran Depresión como la de 1929.
En Colombia los despidos tampoco dan pausa, en el Magdalena Medio han sido despedidos 7.000 trabajadores tercerizados, en el Meta por lo menos 5.000 de la industria petrolera, y en las minas de carbón en Cesar, cancelaron contratos a 400 trabajadores mineros.
Mientras los parques tienden a convertirse en cementerios como en EE. UU. y las calles en morgues como en Ecuador, mientras millones de trabajadores son lanzados a la calle, entre los resquicios de la pandemia se adhieren el autoritarismo fascista, y la militarización del planeta. Lo vemos en Israel donde diferentes sectores acusan a Netanyahu de utilizar la pandemia para establecer una “dictadura del coronavirus”, y fortalecer su poder para eludir el juicio pendiente por corrupción, en Perú que se encuentra en toque de queda, el gobierno eximió de responsabilidad penal a los militares y policías que maten durante la cuarentena.
En Brasil, Bolsonaro exhibiendo una sospechosa inoperancia frente a la pandemia, designó a más militares en puestos estratégicos. De hecho, Bolsonaro ya fue desplazado informalmente del gobierno, continua en funciones, pero no cumplirá ninguna misión. Su reemplazo temporal es el ministro Walter Braga Neto, ex jefe del Estado Mayor del Ejército. El 31 de marzo, el ministro de Defensa y los comandantes del Ejército, la Marina y la Aeronáutica, anunciaron: "En cuanto dure la situación de crisis el presidente operacional de Brasil será el general Walter Braga Neto".
En Colombia el asesinato de líderes sociales, firmantes de paz y las ejecuciones extrajudiciales no cesan. Con un presupuesto en el 2019 de 26.000 millones de pesos para el Instituto Nacional de Salud, y de 490.000 millones para el Esmad; aumentan los abusos de la fuerza pública en campos y ciudades. Duque y el Centro Democrático hacen uso del estado de emergencia para configurar progresivamente su tan anhelado estado de excepción, limitan los dispositivos de control político y amplían la censura.
A pesar de que el gobierno no puede evitar exhibir ante el mundo lo que es el vertiginoso vaivén de un narcoestado; parece estar decidido a comprometerse con los EE.UU., principal lavador de dineros del narcotráfico, en una intervención ilegal contra Venezuela, con el pretexto de una operación antidrogas, aunque es sabido que el 80 % del narcotráfico que llega a EE.UU. proviene de Colombia, Perú y México, y el 20 % restante, de Paquistán, Afganistán y el sudeste asiático.
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Diversos conflictos militares patrocinados por los EE. UU. se agitan y su letalidad crece por el aprovechamiento del coronavirus como arma de guerra, por conducto de los bloqueos
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Diversos conflictos militares patrocinados por los EE. UU. se agitan y su letalidad crece por el aprovechamiento del coronavirus como arma de guerra, por conducto de los bloqueos. Según agencias internacionales, un niño de Yemen es muerto cada 10 minutos en razón al bloqueo y los bombardeos saudíes apoyados por los EE. UU, y se teme que el 90 % de su población contraiga el coronavirus.
El que las operaciones de los EE. UU. se hayan visto afectadas por el coronavirus, por casos de contagio entre el personal militar en bases y barcos de la armada, uno de ellos el portaviones nuclear USS Theodore Roosevelt en el pacífico occidental, donde se registraron 93 casos de covid-19; no ha evitado que continúe con sus planes militares. El desembarco en Europa de miles de tropas estadounidenses con el objetivo de desarrollar maniobras militares, en un hipotético escenario de guerra entre la Otán y Rusia, y a pesar de la reducción de al menos la mitad de las tropas; no ha impedido que las maniobras vayan a realizarse de todos modos en el mes de mayo.
Por otro lado, la realización de una operación de gran alcance en el hemisferio occidental, por parte de Estados Unidos en el mar Caribe y el Pacífico sur; busca activar un bloqueo marítimo contra Venezuela, un asedio contra la ayuda humanitaria enviada hacia Cuba y Venezuela en plena pandemia, y el acondicionamiento para una intervención militar.
Como si fuera poco, ayer lunes 6 de abril, la Casa Blanca, informó que Donald Trump ha firmado un decreto que apoya el uso de los recursos en la Luna y otros cuerpos celestes. Violando así el “Tratado de la Luna”, firmado y ratificado por 17 naciones del mundo, en el que los países que operan el espacio se comprometen a compartir con otras naciones los recursos extraídos. El decreto de Trump no reconoce dicho Acuerdo, ya que el espacio tanto legal como físicamente "los EE. UU. no lo consideran un bien común global". Horas antes, el subsecretario de Estado había advertido: "No excluimos el uso de armas nucleares en respuesta a un ataque grave contra elementos claves de nuestra infraestructura espacial". En respuesta el jefe del comité internacional del Senado ruso, advirtió: "Mientras el mundo entero está luchando contra el coronavirus en la Tierra, Trump con un decreto trata de conquistar el espacio".
Con la militarización de toda la Cuenca del Caribe, para una intervención contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, pasando por las maniobras sobre las fronteras mismas de Rusia, y las pretensiones de controlar los recursos de la Luna; EE. UU. le anuncia al mundo que la pandemia del coronavirus es solo una variable del caos fabricado o instrumentalizado, y que su poder nuclear será usado ahora más que nunca, como amenaza esgrimida frente a cualquier “estorbo” para superar su crisis económica y materializar su proyecto de dictadura global.
