No es la primera vez que un individuo con ínfulas de político mesiánico gana usando un discurso de odio y divisionista, ya viví dos casos similares en Venezuela. Obviamente sería un error comparar las elecciones y los sistemas políticos de Estados Unidos y Venezuela.
Pero no cabe duda que existen preocupante similitudes, por ejemplo siempre he dicho que no hay nada más parecido a un Chavista que un Republicano, por aquello de que los extremos siempre se van a tocar.
Trump llega a la presidencia del país más poderoso del planeta representando “un cambio necesario”, a la antipolítica y el nacionalismo. Supo hacer de su campaña un reality de desprestigio hacia quien lo adversaba. Su nacionalismo extremo disfrazado de orgullo americano caló muy bien en los obreros y campesinos blancos que fueron abandonados por los últimos gobiernos.
No tiene ninguna preparación política pero sí un manejo del show, de la verborrea populista, del uso de las palabras que los más resentidos, xenófobos, machistas y racistas querían oír.
Y con esto no quiero decir que todos los que votaron por Trump tienen estas características, simplemente que en mi opinión todo ser humano tiene un lado oscuro, un mini monstruo esperando un estímulo para despertar, sino cómo explicar la cantidad de latinos que votaron por Donald Trump, solo por el hecho de que “ya han venido muchos latinos a EEUU”.
En Venezuela se vivió esa situación, Hugo Chávez despertó el monstruo de millones de personas y desde hace 16 años se paga las consecuencias de ese despertar, al sol de hoy muchas personas no se dan cuenta del error que significó elegir a un resentido, populista, mesiánico y divisionista como presidente de Venezuela.
Hoy el mundo despierta con un “guayabo”, una tristeza, una incertidumbre similar con la que se despertaba Venezuela en muchas elecciones, famosos manifestando su tristeza, rabia o indignación; si hasta el presidente François Hollande está asustado, que quedará para nosotros.
El mundo está loco y lamentablemente no nos podemos bajar, solo seguir enfrentando los retos del día a día, seguir luchando por los sueños hasta que esté planeta coja juicio o se vaya a la mierda, lo que ocurra primero.
@arlezphoto