Mucho se especula acerca del poder que realmente tiene Al Qaeda desde que ISIS ha ocupado su lugar como el grupo terrorista que representa la mayor amenaza para occidente y a nivel mundial. Es sabido que Al Qaeda expulsó en enero de 2014 al Estado Islámico (ISIS), anteriormente Al Qaeda en Irak, después de varios desacuerdos en el año 2013 por desobedecer sus órdenes y ampliar su territorio a Siria donde ya eran representados por Frente al Nusra, además de considerar sus métodos demasiado extremos y por aplicar el sectarismo entre sunitas y chiitas de una manera excesiva.
Sin embargo, contrario a que la separación resultara un obstáculo para EI, sus militantes hoy en día se han triplicado -una parte importante de ellos vienen de países occidentales- y han conseguido apoderarse de varias ciudades tanto en Siria como en Irak; poseen armamento del mejor nivel. Su principal ingreso económico proviene de la venta en negro de petróleo, y del dinero que cobran por secuestros de ciudadanos occidentales. Ademas, el territorio que los yidahistas tienen en su poder supera el tamaño de Gran Bretaña.
Después del atentado del 9/11, el grupo paramilitar fundado por el saudi Osama Bin Laden en los años 80, Al Qaeda, fue seguido y admirado por varios grupos yidahistas que surgieron, principalmente, en consecuencia por la invasión estadounidense en Irak y Afganistán en el año 2003. No obstante, el rol del grupo fundamentalista ha sido exagerado algunas veces por Estados Unidos y sus aliados al pensar que solo los grupos que operan bajo su mando son efectivos y causarán un daño real, representando una verdadera amenaza.
Durante la invasión, los primeros ataques hacia el ejército estadounidense provinieron de grupos nacionalistas; sin embargo, todo era atribuido a Al Qaeda y así fue transmitido mundialmente, despertando repudio y miedo en América y Europa y admiración para distintas terroristas sunnitas en medio oriente. Al expresidente de Irak, Saddam Hussein, se le vinculó con Al Qaeda en varias ocasiones e incluso el gobierno norteamericano hizo creer que estaba involucrado con el atentado a las torres gemelas sin tener fundamentos o pruebas reales de ello.
Pese a que los objetivos de EI y de Al Qaeda no varían mucho, teniendo en cuenta que los dos quieren imponer un califato islámico, traer de vuelta las costumbres musulmanas más antiguas, imponer la ley de la shaira, someter a la mujer a un rol determinado, luchar contra musulmanes que tengan diferentes creencias principalmente los chiies, y hacer la guerra a todo aquel que se oponga a sus ideologías; se trata de demostrar quién tiene más poder, quién puede matar más, quién puede aterrorizar más, apoderarse de más territorios, ser mas reconocido... etc. No olvidemos que hace aproximadamente un mes, EI, por medio de un comunicado, expresó que en un año tendrán la capacidad de comprar una bomba nuclear a Pakistán, y mientras eso ocurre pueden comprar artefactos nucleares más pequeños pero igualmente peligrosos.
Varios ataques han sido efectuados este año en los que sus atacantes han atribuido su autoria a Al Qaeda, en algunos casos no ha sido confirmada como en el ataque al semanario satírico Charlie- Hebdo, el 7 de enero en París, Francia, que causó gran conmoción al alrededor del mundo. Un elemento clave en el éxito del Estado Islámico, y que ha sido muy aprovechado por sus líderes y militantes, son las redes sociales como Twitter, Facebook, y Youtube, principalmente, lo cual ha servido para atraer a personas, en especial jóvenes de diferentes países del mundo, mientras que los líderes de Al Qaeda siguen comunicándose con el mundo de la misma manera que lo hacían quince años atrás: vídeos larguísimos en los cuales transmiten un mensaje o una amenaza especófica y recitan largos versículos del Corán. ¿Superó el alumno al maestro? Todo indica que sí.